Vivir en un hogar limpio y ordenado es esencial para poder sentirnos bien en nuestro propio espacio. Pasar el aspirador, quitar el polvo, fregar los suelos o limpiar los cristales son algunas de las tareas más habituales que hacen de nuestra casa un entorno saludable.
Es cierto que no todas las zonas de la vivienda necesitan el mismo cuidado ni ser limpiadas con la misma frecuencia, pero hay dos que requieren una atención especial: el baño y la cocina. Se trata de dos de las estancias más peligrosas del hogar por la posible acumulación de gérmenes y bacterias en ellas.
En el caso de la cocina, las manchas y las salpicaduras de alimentos, la grasa, el aceite y otros residuos pueden depositarse en las superficies de trabajo, en el fregadero o en las paredes y convertirse en focos de infección.
Consejos de mantenimiento
Por todo ello es importante mantener de forma habitual la cocina perfectamente limpia y desinfectada para evitar cualquier riesgo. A continuación, te mostramos cómo conseguirlo en solo siete pasos.
1- Limpieza de superficies
Limpia las superficies de trabajo con una esponja o un paño de cocina impregnado en una mezcla de agua tibia y jabón líquido para eliminar los restos de comida y de grasa. Una vez limpias, sécalas con un paño limpio y seco para evitar la acumulación de humedad y la proliferación de bacterias.
Si la superficie es de granito o de mármol, mejor utilizar un limpiador específico para piedras naturales para evitar dañarlas. En este caso, evita el uso de vinagre o de ácidos que puedan corroer la superficie. Si es de acero inoxidable, límpiala con una mezcla de agua y jabón y sécala con un trapo de microfibra para evitar manchas de agua. En el caso de la madera, basta con pasarle un paño húmedo.
2- Desinfección de las zonas de trabajo
Para mantener las superficies perfectamente desinfectadas puedes hacerlo con productos que seguramente tienes en casa. Puedes mezclar a partes iguales vinagre blanco (un buen desinfectante natural) y agua en un atomizador, rociar las superficies, dejar actuar unos minutos y limpiar con un paño limpio.
Otras opciones son la lejía (mezclar una cucharada por cada litro de agua, dejar actuar y enjuagar con agua limpia), el alcohol isopropílico al 70% (rociar y dejar secar al aire libre), peróxido de hidrógeno al 3% (dejar actuar y limpiar) o puedes añadir unas gotas de aceite esencial de árbol de té a una mezcla de agua y jabón como desinfectante adicional.
3- Eliminar manchas y olores
Espolvorear bicarbonato de sodio en las superficies y frotar con medio limón hará desaparecer manchas resistentes y olores desagradables de la cocina. Cerciórate de que la superficie sea apta para soportar la acidez del limón.
4- Limpieza de utensilios
El calor y el detergente del lavavajillas ayudan a desinfectar los útiles de la cocina que sean aptos para el lavaplatos. Asimismo, las esponjas y los paños de cocina puedes colocarlos húmedos durante 1 minuto en el microondas para eliminar las bacterias.
5- Extremar la higiene con los alimentos
Guarda los alimentos y los utensilios de la forma adecuada para evitar que se produzca una contaminación cruzada. Además, utiliza tablas de cortar y herramientas diferentes para manipular carnes crudas y otros alimentos.
No olvides lavarte las manos con frecuencia, sobre todo después de trabajar con alimentos crudos. Recuerda también renovar de forma regular las esponjas y los paños de cocina para evitar la acumulación de bacterias.
6- Orden
Mantén las superficies de trabajo despejadas y libres de objetos innecesarios para que la limpieza y desinfección te resulten más fáciles de llevar a cabo. Además, si cada objeto está en su sitio evitarás también posibles accidentes.
7- Electrodomésticos impecables
Limpia el interior de la nevera y el congelador de forma regular con una solución de bicarbonato de sodio y agua. A continuación, desinfecta las superficies con una solución de lejía suave. En el caso del microondas, puedes utilizar para el interior una mezcla de agua y de vinagre.
Para el horno, pulveriza vinagre sobre las paredes y superficies del electrodoméstico, enciéndelo a 100 ºC durante 10 minutos y la suciedad se reblandecerá y podrás retirarla fácilmente con una esponja.
Todos estos hábitos mantendrán tu cocina no solo limpia y desinfectada, sino que también contribuirán a un ambiente más saludable y seguro para ti y para la preparación de tus alimentos.