Cómo tener siempre la casa limpia y ordenada con la 'regla del minuto'

Actualizado hace 4 minutos

Tener la casa limpia y ordenada no es siempre una tarea fácil. Si convivimos con otras personas o si hay niños o mascotas en el hogar, es posible que, a menudo, las cosas no estén en el sitio que les corresponde.

Un abrigo por aquí, una mochila por allá, un espejo salpicado o una estantería con polvo son algunas de esas pequeñas cosas que afean la casa y que dan una enorme sensación de suciedad y de desorden.

Y es que el día a día nos atropella y es difícil sacar tiempo para acometer con frecuencia y a fondo todas las labores del hogar. Por ello, es importante crear una serie de hábitos y de costumbres en nuestra rutina diaria para que estos quehaceres no se nos amontonen, la situación se nos vaya de la manos y nuestra casa se convierta en una leonera.

Si no te gusta ver tu casa sucia y desordenada, pero no dispones de mucho tiempo para hacer las tareas domésticas, respira hondo e intenta encontrar una solución ya. Procastinar y dejar todo para más tarde no te va a ayudar porque las cosas no se van a hacer solas; lo único que vas a conseguir es que las tareas se te acumulen y que llegue un momento en el que ya no sepas por dónde empezar.

Minuto a minuto

Como el tiempo es un bien escaso, es importante exprimirlo al máximo y sacarle el mayor partido. Precisamente, si hablamos de tiempo, limpieza y orden, hay una sencilla técnica que te puede echar una mano. Se trata de la regla del minuto, una estrategia que no te va a costar nada adoptarla y que te va a facilitar mucho la vida.

Conocida también como el método japonés Kaizen, esta metodología, desarrollada por Maaski Imai, un consultor cuya idea central era la sabiduría del cambio, se centra en realizar esfuerzos diarios para introducir modificaciones significativas en nuestras vidas.

Esta regla del minuto consiste en limpiar o en recoger algo justo después de hacerte una sencilla pregunta: ¿puedo hacerlo en un minuto? Si la respuesta es sí, entonces debes hacerlo. Hay muchas pequeñas tareas que si las hacemos en el momento solo nos llevarán unos segundos, pero si las dejamos para después se nos irán acumulando y su resolución acabará sumando minutos y horas.

Si eres constante y aplicas esta regla todos los días, harás de tu casa un lugar mucho más agradable y acogedor, y vivirás mucho más a gusto en un entorno limpio y ordenado. Debes prestar atención a todas esas pequeñas cosas que puedes hacer en un minuto y no desistir, ya que llegará un día en el que con muy poco esfuerzo obtendrás una gran recompensa.

Ese bote de gel acabado, esa ropa encima de la silla, esa taza en el fregadero sin meter al lavaplatos o esa pequeña mancha en el suelo que cuesta un momento limpiar son algunos ejemplos de esos pequeños inconvenientes a los que cuesta muy poco poner remedio.

Una mujer ordena ropa en cajas.

Una técnica muy saludable

Además de mejorar el aspecto de tu hogar, la regla del minuto es muy saludable, puesto que te va a ayudar a ser una persona más organizada, disciplinada, constante y responsable, y al ver el resultado de tus acciones de forma inmediata verás recompensado tu esfuerzo y mejorada tu autoestima.

Ya lo ves, no tienes ninguna excusa para no lanzarte a probar esta estrategia. Es muy sencilla y te llevará muy poco tiempo, muchas veces solo esos minutillos que se nos escapan sin darnos cuenta entre una actividad y otra.

Con esta regla del minuto acabarás también con la desagradable sensación de tener siempre tareas pendientes. Si no las atiendes a su debido tiempo, estas acabarán adquiriendo tal dimensión que te harán sentir abrumado y nunca te verás con el ánimo suficiente de abordarlas, ya sea por falta de tiempo o de ganas.

Cuidar del espacio que te rodea con el mayor mimo posible hará que te sientas a gusto en él, lo que redundará en tu propio bienestar y en una mayor calma interior.