Es bien sabido que es difícil practicar la sostenibilidad durante el año, pero en Navidad esta misión se vuelve realmente complicada. La ardua tarea comienza en noviembre con el 'Black Friday' y se extiende en el tiempo hasta las rebajas de enero. Para todas las celebraciones que se llevan a cabo durante estas fechas, como cenas de empresa, reuniones familiares y fiestas con amistades, buscamos looks con los que lucir de forma elegante y en muchas ocasiones, también brillante.
Para lograrlo sin dejar a un lado el consumo consciente y sostenible, existen diversas alternativas como las tres siguientes:
Tiendas de segunda mano
Cada vez son más populares en el mundo de la moda, y entre ellas encontramos plataformas como Vinted, una comunidad online con más de 45 millones de personas. En Micolet ofrecen "moda casi nueva con garantía" y Wallapop es una empresa española fundada en el año 2013 donde podemos encontrar desde ropa hasta coches de segunda mano.
En todas ellas y muchas más se puede comprar, vender e intercambiar moda femenina, masculina e infantil a precios reducidos, de forma intuitiva y con muchas facilidades en cuanto a envíos y transacciones.
Dentro de las tiendas de segunda mano encontramos una subcategoría, las tiendas de prendas vintage, moda de segunda mano que ha sido diseñada y fabricada hace veinte años o más. En Cultura Vintage podemos encontrar "Las mejores prendas vintage online y al peso" mientras que Wonder Vintage se define como "La mayor tienda online de ropa vintage". Si somos más de tocar y probar, en Madrid podemos encontrar decenas de estas tiendas donde perdernos entre sus prendas, como Vintalogy, ubicada en el corazón del Rastro y convertida en la más grande de Europa.
Tiendas de alquiler
Si por el contrario, en vez de comprar queremos alquilar, podemos recurrir a diferentes marcas especializadas en este fenómeno que ya veíamos normalizado en 'Sexo en Nueva York' con el renting de bolsos, y es que el alquiler de ropa presenta numerosos beneficios como no repetir look, cuidar del bolsillo, ahorrar espacio y acabar con la moda rápida o fast fashion.
Una de las tiendas más conocidas en este sector es La Más Mona, que presenta establecimientos en diferentes puntos del país como Bilbao, Madrid, Málaga y Zaragoza, además de disponer de plataforma online, donde podemos encontrar más de 3.000 prendas como vestidos y complementos de marcas referentes en el sector como Pronovias, Dolores Promesas y Cherubina. Los alquileres oscilan entre 50 y 80€ por prenda para 4 días, aunque el precio final depende del modelo, marca y tiempo que queramos la ropa.
En Pantala ofrecen un servicio de suscripción que permite alquilar moda de diseño español de forma mensual, pudiendo escoger entre dos opciones diferentes: plan sorpresa por 39€/mes o plan a la carta por 69€/mes. De forma similar funcionan en Ecodicta y Pislow.
Comercio local
En el caso de no poder evitar comprar un producto nuevo, siempre podemos recurrir a la producción de cercanía, promoviendo la moda sostenible de kilómetro 0. En Barcelona se ubican diferentes tiendas de proximidad que producen en el país, como: Ecoalf, Thinking Mu, SKFK o Infinitdenim, disponiendo todas ellas de página web también. Estas marcas presentan colecciones atemporales de ropa ecológica y circular, producida con tejidos sostenibles como el vaquero reciclado, en el caso de Infinitdenim.
El código de vestimenta de la Navidad merece una reflexión por su alto impacto medioambiental. La purpurina y las lentejuelas se convierten en las protagonistas de las fiestas, junto con los suéteres navideños, también conocidos como ugly sweaters o Christmas jumpers. Estas prendas típicas navideñas son fabricadas en su mayoría a partir de plásticos derivados del petróleo, como los acrílicos, por lo que no son biodegradables, resultan altamente contaminantes y difíciles de reciclar.
Si ya disponemos de alguna prenda de este tipo en nuestro armario, lo recomendable es limpiarla a mano con mucho cuidado, puesto que en cada lavado se liberan grandes cantidades de microfibras, contribuyendo a la contaminación plástica en los océanos, tal y como recogen los estudios de la organización Hubbub, dedicada al medio ambiente.
Las diversas alternativas que contrarrestan el impacto medioambiental ofrecen luz al final del túnel. A pesar de ello debemos seguir cambiando nuestros hábitos de consumo para que nuestro planeta sea un lugar seguro donde poder seguir viviendo.