Fue en el 12-17 de la final del Campeonato de Parejas. Unai Laso se resbaló a la altura del cuatro en el frontón Navarra Arena con un charco de sudor que había dejado su compañero con una alcanzada y cayó al suelo con grandes síntomas de dolor. El pelotari de Baiko Pilota se fue al vestuario con visibles molestias. "Tiene un dolor en la cadera derecha del impacto. En principio, debería ir menguando", desgranaron los médicos en la cancha. No fue el único problema con la mopa que hubo en el recinto iruindarra, pues en los primeros compases se paró el partido por un charco de agua en la zona de descanso de los pelotaris y se tardaron varios minutos hasta que el propio Aitor Elordi secó parte con su toalla personal.
El errotarra aguantó hasta el final del choque, pero con el paso de los días las molestias no han desaparecido. Laso se someterá este martes a una resonancia magnética para valorar el estado de la zona en el Hospital Vithas de Gasteiz. Los resultados no se conocerán hasta este miércoles.