Cultura

“Con la mentalidad de 2022 no podemos juzgar el tiempo de Elkano”

Daniel Zulaika

¿Cómo eran la Getaria y la Gipuzkoa de tiempos de Elkano?

Getaria era un villa de 1.700 habitantes y, fundamentalmente, dedicada al mar. El padre de Elkano era maestre, sus hermanos también lo eran y él, desde niño, mamó dos cosas: aprender a navegar y aprender a comerciar. Al final, él era un comerciante. No solo se formaban grumetes, pilotos o maestros, también era necesaria toda una infraestructura de carpinteros y de astilleros, que estaban donde ahora está la rampa en Getaria.

¿Cuáles eran los flujos comerciales?

Traían trigo de Andalucía y lo traían a Gipuzkoa porque nosotros éramos deficitarios: no producíamos ni la mitad del trigo que necesitábamos. Pero nosotros teníamos hierro, así que lo llevábamos a Sevilla o a Inglaterra. También cogíamos lana de Castilla y la llevábamos a Flandes y de allí traíamos paños. Un hermano de Elkano estuvo en Italia, en Mesina, en un negocio relacionado con el hierro. Después del descubrimiento de América, en el cuarto viaje de Colón llevaba consigo una nave que era la nao Vizcaina con un maestre de Getaria, para el que fue un mal negocio porque no le pagaron. Ese era el entorno en el que nace y se forma Juan Sebastián Elkano.

En los siglos XV y XVI el País Vasco era una potencia marítima. ¿Los marinos vascos eran demandados en las expediciones?

Es el momento de la edad de oro de la navegación vasca. Siempre hemos sido una tierra muy pobre, miramos al mar y aprendimos a construir naos de los comerciantes normandos que desembarcaban en Baiona. Lo bueno que teníamos es que el hierro era abundante y la madera era muy buena y aguantaba mucho mejor que las maderas del sur la broma, el molusco que se comía los cascos. Las estadísticas dicen que el 80% de los barcos que iban a América a principios del siglo XVI eran construidos en el País Vasco. Era algo, además, que la administración castellana favorecía. El 50% de los marineros también eran originarios de aquí.

Los astilleros vascos eran tan potentes que tres de las cinco naves de la expedición eran vascas.

Nosotros sabemos quiénes eran sus dueños: uno de Ondarroa, otro de Mutriku y otro de Erandio. Muy probablemente eran de muy cerquita, todos construían cerca de casa. Curiosamente, la San Antonio, que deserta antes de encontrar el paso al Pacífico, era vasca. La Trinidad, que aguantó hasta las Molucas y luego intentó volver por el Pacífico, también lo era. Y la Victoria, que tenía una fuga que hacía que los marineros tuviesen que dar a la bomba de achique doce veces al día y otras tantas de noche, aquella por la que nadie daba un duro y que llegó a Sevilla, esa también era vasca.

Mucho de los elementos de hierro que se utilizaron en el viaje procedían de factorías vascas y embarcaron desde Bilbao.

Al lekeitiarra Nicolás de Artieta se le mandó comprar armas, hierro en barras... Era lo lógico. Era más barato comprarlo aquí y transportarlo y también existía una costumbre.

Elkano era el cuarto de ocho hermanos. ¿La tasa de mortalidad en los nacimientos era alta?

La mortalidad infantil era muy elevada. También morían muchas mujeres en los partos pero, también es cierto, que había familias numerosas como ellos. Además ocurría una cosa muy curiosa. Elkano tenía una hermana que se llamaba María que su padre, Domingo, había tenido con otra mujer que no era la madre de Juan Sebastián, no era Catalina del Puerto. Como en aquella época la mortalidad infantil era tan grande que si la madre no podía alimentar al niño, lo que se hacía era que este pasase a la familia del padre.

¿Cuál era el papel de la mujer en aquella época?

Lo más apasionante que trato en la Getaria de Elkano tiene que ver con las mujeres de su vida. Hay que tener en cuenta que en los siglos XV y XVI estábamos saliendo de la Edad Media, la religión tenía aún un peso brutal. Los trabajos de investigación que se han publicado demuestran que la mujer tenía un papel muy importante, no solo sacaba la casa adelante cuando el marido estaba fuera. También había mujeres de comerciantes que fletaban barcos e hicieron negocio. En trabajos más humildes, las encontramos como rederas o bateleras y como peones. Hemos descubierto que las mujeres tenían un papel mucho más importante del que nos imaginamos.

¿Quién era Catalina del Puerto, la madre de Elkano?

Era una emprendedora, como su hijo. Fue una mujer que hasta su muerte pleiteó con la corona para reclamar el sueldo vitalicio que Carlos V había prometido a su hijo. Finalmente, la familia no recogió mucho dinero.

En su testamento Elkano reconoció a la descendencia que tuvo con Mari Hernández de Hernialde y María de Vidaurreta.

Se repite un poco la historia de su padre Domingo con su hermana María. El testamento de Elkano es maravilloso, se retrata en él. A la primera que hace referencia es a Mari Hernández de Hernialde, un amor que tuvo y que se quedó embarazada. Cuando Elkano, conoció a María de Vidaurreta Elkano era como Cristiano Ronaldo, todo el mundo se quería acercar a él. Esta se acercó y tuvieron una hija y, probablemente, Elkano le prometió cosas que luego no cumplió y le dejó una serie de dineros. También habla de su hija, y deja palabras muy duras escritas: que debe cumplir con lo que diga la familia y que, si no se casa con quien le digan, será desheredada. Con la mentalidad de 2022 no podemos juzgar la época de Elkano.

06/09/2022