El director general de Tráfico, Pere Navarro, defendió ayer la reducción de 0,5 a 0,2 gramos de alcohol por litro en sangre como tasa máxima para poder conducir un vehículo. Tras señalar que esta nueva tasa máxima de alcohol al volante entrará en vigor lo antes posible, aunque difícilmente antes de final de este año, el responsable del sector en el Estado español descartó reducir hasta cero porque se hace “entendiendo que equivale a tolerancia cero” y que ese es límite recomendado por la Comisión Europea.
En este sentido, aseguró que con la tasa de 0,2 de alcohol “no se puede beber absolutamente nada”, ya que por muy poco que se beba el resultado del test del alcoholímetro será positivo. En una entrevista en Radio Nacional de España, Navarro insistió en que “0,2 es nada” y trajo a colación el popular lema “si bebes no conduzcas”.
Según señaló Navarro, con esta reducción se pretende poner fin al “estancamiento” en la lucha contra los accidentes mortales provocados por el consumo de alcohol, que suponen un tercio del total. “Los puntos ayudaron en su momento, pero estamos en una situación de estabilidad como si lo tuviéramos asumido”, señaló.
Asimismo recordó que el año pasado en el Estado español hubo 50.071 condenas penales por conducir con tasas altas de alcohol y que cada año hay 1.800 muertes en accidentes de tráfico, un tercio de ellos provocados por el consumo de alcohol.
Motoristas
Navarro expresó su preocupación por la alta mortalidad de motoristas en carretera y reconoció que el “gran reto” de la seguridad vial en el Estado es disminuir esas cifras. El año pasado fallecieron 300 motoristas, “es un disparate”, admitió.
El responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) apuntó a la velocidad inadecuada, las distracciones y, en algunos casos, al consumo de alcohol como factores que pueden influir en esas tasas de mortalidad, aunque cree que también puede haber otros.