Un juez de Bilbao ha condenado al Colegio Hijas de la Caridad Nuestra Señora de Begoña, ubicado en el barrio bilbaíno de Santutxu, por inacción ante un caso de bullying. Se trata de una sentencia pionera por la edad de la víctima una niña de tan solo 5 años y por la indemnización fijada, la mayor hasta la fecha ya que asciende a 40.000 euros.
Cuando vieron que la niña tenía problemas, los padres de la víctima acudieron al centro y finalmente al Departamento de Educación del Gobierno Vasco que puso en marcha el protocolo de bullying, pero no detectaron nada.
"Actitud de espectador"
La resolución judicial, según publica EITB, dice claramente que el centro adoptó una "actitud de espectador" y que sus medidas fueron "ineficaces". Durante el juicio se expuso que el centro "hizo oídos y ojos sordos al sufrimiento" de la niña, a la que prescribió ansiolíticos para combatir el cuadro que presentaba. Tres años después, la menor continúa recibiendo tratamiento psiquiátrico y medicación.
Los hechos ocurrieron cuando la víctima cursaba tercero de Infantil y la agresora, un año mayor, comenzó a acosarla, golpearla, quitarle la comida e, incluso, "en ocasiones irrumpió en el baño para quitarle los pantalones cuando se encontraba haciendo sus necesidades y en otras le introdujo rotuladores en la vagina", según se indica en el fallo.
El magistrado considera acreditado que no se trató de una situación "aislada ni puntual; se prolongó al menos desde septiembre de 2021 hasta marzo de 2022 sin que (el centro) lograse articular ninguna solución que pusiera fin a la misma".
"No hay rastro alguno de que se arbitrase -o siquiera se llegara a considerar la posibilidad- en ningún momento medida alguna que atajase las agresiones y protegiese a la menor", se argumenta en el fallo, que remarca que "el centro se convirtió en mero espectador". "Las pruebas muestran de forma clara y sin asomo de duda el fracaso del centro a la hora de resolver lo sucedido y garantizar la protección de la menor", resuelve el magistrado.
Los padres de la victima acudieron al Departamento de Educación del Gobierno vasco tras haber mantenido varias reuniones con el centro. Educación puso entonces el protocolo de bullying, pero no se detectó nada a través de él.
La víctima había "dejado de hablar"
Celia Larrocea, de JRY Legal Abogados & Asociados, abogada de la familia, señala que la víctima "había dejado de hablar". "Era una niña que estaba extremadamente enferma, en palabras de la psiquiatra", indica la letrada en una entrevista concedida a EITB, haciendo alusión a que la activación del protocolo por parte de educación llegó "tarde". Señala que 'es un fallo histórico en Euskadi" y que esperan que "sirva para otros progenitores en la misma situación".
La resolución recoge el relato de la psiquiatra de Osakidetza que trató a la menor y que apreció que estaba "extraordinariamente enferma" con "un cuadro propio de estrés postraumático severo como reacción ante una situación de maltrato y abuso de naturaleza sexual".
La familia de la víctima está satisfecha con la sentencia, y los padres de la víctima no quieren que nadie más sufra lo mismo. No obstante, las partes personadas en la causa tienen la posibilidad de recurrir la sentencia ante la Audiencia Provincial de Bizkaia.