Un varón, en cuyo domicilio de Errenteria fueron localizados 350 vídeos de pornografía infantil, varios de los cuales había compartido a través de internet con otras personas, ha sido condenado a un año y tres meses de cárcel, y ha sido inhabilitado para cualquier oficio relacionado con los menores de edad.
Según la sentencia del caso, a la que ha tenido acceso EFE, durante el juicio por estos hechos el hombre admitió su culpabilidad y se conformó con la citada pena, solicitada por la Fiscalía.
El tribunal accedió además a suspender su ingreso en prisión con la condición de que no vuelva a delinquir en los dos próximos años, si bien deberá permanecer uno en situación de libertad vigilada.
La resolución judicial explica que, hasta el 28 de agosto de 2018, el acusado, que por entonces tenía 36 años, hizo acopio, a través de una aplicación de intercambio de archivos en internet, de los citados vídeos en los que aparecían menores de edad de ambos sexos "desnudos, mostrando sus geniales y realizando actos de carácter sexual tanto con otros pequeños como con adultos".
Aquel día, la Policía entró en la vivienda del acusado donde se incautó de un ordenador de mesa en el que el procesado almacenaba 281 de estos archivos, así como de un disco duro externo en el que tenía otros 69 vídeos.
Posteriormente, también se constató que el inculpado había compartido 279 de estos archivos a través de una aplicación de intercambio en internet.
Unos hechos que, según la resolución judicial, son constitutivos de un delito de distribución de pornografía infantil en concurso con un delito de posesión de este material.