Un tribunal ucraniano ha condenado este sábado a cuatro combatientes rusos -dos de ellos mercenarios de una compañía militar privada- a once años de cárcel por torturas cometidas contra militares en la localidad de Borov, región de Járkov.
Los fiscales demostraron a principios de septiembre que estos cuatro combatientes torturaron a tres militares ucranianos que participan en una operación "antiterrorista" en la ciudad de Izium, sin embargo su detención no se llevó a cabo hasta octubre, cuenta la agencia Ukrinform.
Según la versión de la acusación, los condenados ataron las manos de estas tres personas y les colocaron bolsas en la cabeza. Posteriormente, fueron trasladados y arrojados a un pozo sin agua y si comida. Allí fueron golpeados y torturados antes de dejarles marchar días después.