En estas fechas veraniegas, y como todos los años, hay un plan que no podemos perdernos: las fiestas patronales. Son unos días muy especiales para nuestros pueblos, acompañados de fiesta, tradiciones, comida, buen ambiente y, sobre todo, música. Precisamente, el mejor ejemplo de esto último lo encarna la trikitixa.
Este instrumento es uno de los más populares en nuestra tierra, así como de los más conocidos fuera de las fronteras vascas. Con su característico sonido y su vivo ritmo, es un elemento muy presente en las celebraciones locales.
Descripción e historia
La trikitixa se podría describir como un instrumento de viento y de un tamaño más pequeño que el acordeón. Generalmente, tiene dos filas de botones, una en su lado izquierdo y otra en el derecho. Su nombre deriva del sonido onomatopéyico que produce al tocar con ritmos rápidos.
Se cree que este instrumento llegó a Euskal Herria en el siglo XIX por influencia de marineros italianos. Asimismo, algunas teorías señalan su origen en los Alpes, cuando trabajadores transalpinos vinieron a participar en la construcción de tramos ferroviarios.
Muy rápidamente, la trikitixa se integró en los eventos y celebraciones de los vascos. Si bien en un principio su música se limitaba únicamente a los entornos rurales, con el paso del tiempo ganó en popularidad y se extendió por todas las provincias vascas.
Uso e importancia cultural
Para tocar la trikitixa, hay que sostener las dos cajas donde se encuentra el fuelle, abriendo y cerrando los brazos mientras apretamos los botones de las notas. Con estos movimientos, las lengüetas del instrumento vibran y emiten diferentes sonidos.
En cuanto a su repertorio musical de la trikitixa es muy amplio, pudiendo encontrarlo ya sea en las danzas tradicionales vascas como el fandango y el arin-arin, acompañadas de panderetas, conocidas como “pandero”, que añaden un distintivo toque de percusión.
Además, la trikitixa es un ingrediente esencial en las canciones interpretadas por algunas de las bandas euskaldunes más famosas de todos los tiempos. Fusionándose con géneros como el rock, pop o jazz, entre otros, es un instrumento muy adaptable y versátil.
La trikitixa en la música euskaldun
En las últimas décadas, la trikitixa se ha convertido en un elemento clave en la música euskaldun. De hecho, a lo largo de los años, muchas bandas han apostado por incluir este instrumento para darle un sonido tanto tradicional como vivo a sus letras.
A continuación, vamos a echar un vistazo a algunos de los grupos vascos cuya fama va ligada al uso de la trikitixa.
Kepa Junkera
Kepa Junkera es, probablemente, el máximo exponente de la trikitixa que se conoce hoy. Su dominio en el uso de este tipo de acordeón diatónico, combinado con otros estilos, le ha otorgado mucho prestigio y reconocimiento en el mundo musical.
Huntza
Es una de las bandas del momento que lleva la trikitixa por bandera. Las letras de Huntza, como no podía ser de otra manera, vienen adornadas de ritmos de trikitixa y pandero, acompañándolas de sus particulares sonidos pop-rock.
Esne Beltza
Otro de los grupos euskaldunes que más apuesta por la trikitixa. Esne Beltza, liderados por Xabi Solano, crean un explosivo cóctel en el que la música tradicional vasca se entremezcla con el funk, rock, hip-hop, reggae, ska y muchos más géneros.
Gozategi
Gozategi es, sin lugar a dudas, otro referente en la inclusión de la trikitixa en sus canciones. A diferencia de otras, los animados y bailables temas de esta banda no se pueden entender sin este tipo de acordeón, presente en cada nota.
Otras bandas notables
Al margen de los ya mencionados, existen otros grupos que han dejado su huella a base de ritmo de trikitixa. Entre los artistas y bandas populares destacan, entre otros, Korrontzi, Tapia eta Leturia, Maixa ta Ixiar, Alaitz eta Maider, Gose, Lin Ton Taun y Xabi Aburruzaga.