Nos vamos a 1955. Tiempos de la guerra fría, fronteras, desconfianzas y tensiones entre oriente y occidente. En ese marco, surgió nuestro protagonista.
En la antigua Checoslovaquia, y fruto de un programa con objetivos militares, se cruzaron pastores alemanes con lobos de los Cárpatos con el fin de crear una especie de super perro que aglutinara las potencialidades del pastor alemán como perro adecuado para trabajos militares y de frontera, con la fortaleza y resistencia física del lobo de los Cárpatos.
Y de esa época y con esa intención, en origen militar, surgió el Perro Lobo Checoslovaco.
Hoy en día podemos ver Perros Lobos Checoslovacos por nuestras calles. Quizás muchas personas se sienten atraídas por su apariencia lobuna, salvaje y ancestral. Una vez más, y como ocurre con tantos otros perros, quizás no deberíamos elegir a nuestro compañero de vida, únicamente por su apariencia. Si no, entendiendo su naturaleza.
Y para ello, tenemos con nosotros a una amiga, que sabe mucho sobre el Perro Lobo Checoslovaco. Ella convive con dos: Queiza y Durban. Y además es vicepresidenta del Club Ibérico de esta raza. Eider Morán, nos va a ayudar a conocer un poco más a esta particular raza.