La directora general de la pyme radicada en Jundiz, dedicada a la investigación, el diseño, la fabricación y la comercialización de productos químicos y biotecnológicos, celebra este reconocimiento “focalizado directamente en las personas”, que según Gutiérrez han sido “las protagonistas y el motor” de su organización. A escasas horas de recibir el premio, la directiva desvela algunas de las claves del modelo inclusivo y participativo implantado por A&B.
Antes de nada, felicidades por el reconocimiento. No es el primero que reciben en estos más de 20 años de trayectoria. ¿Cómo lo han recibido en este caso?
–Efectivamente, en estos 20 años de trayectoria estamos muy orgullosos de haber recibido importantes reconocimientos, por ejemplo el premio Europeo de Medioambiente en Viena en 2018. Pero este galardón Arizmendiarrieta-Anitua nos hace especial ilusión ya que se focaliza directamente en las personas, que para nosotros siempre han sido las protagonistas y el motor de la organización.
El uso de tecnologías limpias para elaborar sus productos es la máxima de A&B, pero ¿cuál cree que ha sido la fórmula de su éxito en el ámbito concreto de la gestión?
–Sinceramente creo que conseguir que todos los integrantes de la organización estén implicados en la consecución de los objetivos pasa por valorarlos, por darles confianza, cuidarlos y darles libertad para tomar decisiones tanto en el día a día como en la generación de la estrategia global, desde la transparencia y siempre trabajando en equipo.
¿En qué acciones concretas se traduce el modelo inclusivo participativo de empresa que están promoviendo en A&B?
–Destacamos la generación conjunta y consensuada tanto del plan estratégico como de la definición de los objetivos de visión y los relacionados con la innovación, la sociedad y los clientes y por supuesto las personas. El DAFO de la organización –el análisis de sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades– también está generado y consensuado con todos los compañeros, entendiendo que la visión de cada uno aporta un valor diferencial. Todo lo anterior también lo completamos con acciones como son el plan de igualdad, la potenciación de las competencias de los compañeros, la conciliación de la vida laboral-familiar, beneficios sociales, el fomentar los grupos de mejora, el reconocimiento y motivación en los equipos de trabajo, primar la seguridad y salud en el trabajo...
¿Ha sido costoso adaptarse a este modelo o venía, por así decirlo, ya impreso en el ADN de la empresa?
–En mi opinión, creo que este modelo describe perfectamente la filosofía de A&B desde sus inicios. Mi padre y fundador José Luis Gutiérrez creía firmemente que las personas son el capital más valioso que poseen las organizaciones y que ellas son quienes marcan la diferencia. Confiar en ellas, escucharlas, labor fundamental, hacerlas participes de la misión de la organización, reconocer su valía y aportarles seguridad laboral. Y sobre estas premisas hemos construido la organización.
¿Y cuáles son los principales beneficios que les ha reportado?
–Personalmente creo que el más importante ha sido la unión que se ha generado en el equipo, casi, casi convertirnos en una familia. Cuando trabajas confiando en las personas, en sus conocimientos, los obstáculos se convierten en retos y ese sentimiento de ser parte fundamental de un proyecto es casi indestructible. Tienes a la plantilla mucho más comprometida lo que sin duda repercute en mejores resultados como organización.
Vivimos tiempos difíciles y de gran incertidumbre. ¿Podría decirse que este enfoque humanista es ya casi imprescindible en las empresas?
–Efectivamente vivimos situaciones complejas por todos conocidas como pueden ser escaladas de precios, falta de materiales, competencias agresivas, etc… Es por ello que para que una empresa pueda seguir siendo competitiva lo va a ser en función de la capacidad que tenga de implicar a las personas en materia de orientación al cliente, creatividad, innovación, etc. Por lo que sin duda alguna, si el enfoque humanista no está aún integrado o se está en ello es ya llegar tarde.