Tras quedarse fuera de Río 2016, Julen Aginagalde acude a Tokio con el objetivo de pelear por una medalla que agrande aún más su extenso palmarés
donostia – Julen Aginagalde (Irun, 1982) jugará los que son sus segundos Juegos Olímpicos. Participó en los de Londres 2012 y se quedó fuera para los de Río 2016. El pivote de Bidasoa Irun, como el resto de integrantes del equipo olímpicos, quieren quitarse esa espina clavada y cerrar una etapa de una manera brillante. Julen está a tope de confianza e ilusionado ante esa nueva aventura.
¿Qué siente por poder estar en unas nuevos Juegos Olímpicos?
–Mucha ilusión. He estado trabajando estas dos semanas con el equipo y la verdad es que toda la gente vamos con muchísima ilusión. Es duro tener que hacer un grupo más corto para poder ir, pero todo el mundo ha trabajado muy bien y lo que tenemos es ganas de estar ahí ya, empezar a competir y hacer unos buenos Juegos Olímpicos.
¿Ya tiene ese gusanillo en el estómago de subirse al avión y empezar esta aventura?
–Sí, creo que sí. Era algo en lo que teníamos mucha ilusión durante muchos años. Desde que nos quedamos fuera de Río, teníamos la mente puesta en los siguientes juegos. Luego se retrasó un año más por la pandemia Y ahora los tenemos aquí cerca y con la máxima de las ilusiones.
Se ha hecho esperar más de la cuenta este sueño olímpico....
–La verdad es que sí. Muchos me preguntaban el año pasado cuál iba a ser a partir de entonces el planteamiento. Estaba claro que había que intentar pasar página, seguir compitiendo a tope con toda la ilusión para, si pudiéramos estar en condiciones de poder estar en los juegos, aprovechar esta oportunidad.
Van a ser sus segundos Juegos Olímpicos. ¿Es diferente la sensación a aquella que experimentó en Londres 2012?
–Sí. Han pasado años en todos los aspectos. La ilusión siempre es grande, pero en esta ocasión, si cabe lo es aún más. Es un fin de ciclo para muchos jugadores y vamos con toda la ilusión, no solo de estar, sino por competir y hacer algo importante.
Este equipo, si por algo se caracteriza, es que en las grandes citas siempre se crece... ¿es algo que da tranquilidad o les hace ser un equipo más competitivo?
–Más competitivo. Si pocas veces falla, es porque estamos al 100% siempre. Tenemos mucha ilusión, muchas ganas, mucha ambición también. Y eso hace que no hayamos fallado en los últimos años. Está claro que estos son unos Juegos Olímpicos y habrá que seguir con la misma ilusión para tratar de seguir en esta línea.
Vuelve a la selección tras un periodo fuera por diferentes problemas físicos. ¿Le ha hecho especial ilusión esta nueva llamada?
–La ilusión estaba ahí, pero el buen papel hecho en el pasado Mundial hizo que tuviera dudas porque muchas veces no es fácil reengancharse al grupo cuando las cosas van tan bien. La calidad de toda la gente que está ahí es muy grande y una vez que sales no es muy fácil volver a entrar. Creo que el trabajo ha sido bueno tanto durante el año como durante esta preparación y en ese aspecto, estoy muy satisfecho.
Es lo que dice, la calidad es tan grande que se ha quedado incluso fuera Joan Cañellas, aunque éste por una inoportuna lesión...
–Sí. Nunca es agradable en el último momento tener una lesión de estas. Es la ilusión que tenemos todos de estar y competir en estos Juegos Olímpicos. Quedarte fuera a horas de tomar esa decisión siempre es duro, pero está claro que somos un grupo amplio, en el que todos los que estamos, seguro que daremos el cien por cien.
Echando un vistazo a su palmarés uno se da cuenta de todo lo que ha conseguido. ¿Esta medalla sería la guinda al pastel, no?
–Es la ilusión que tenemos y por lo que vamos a pelear. Sabemos que es muy difícil, pero vamos a por ello.
¿Cómo lo ve?
–Nunca se sabe. Tenemos un grupo muy complicado, pero eso nunca se sabe si puede ser perjudicial, beneficioso. Al final es la competición la que pone a cada equipo en su lugar y ya se verá por dónde van los tiros en esta ocasión. Si sabemos que es una primera fase muy complicada, por lo que habrá que ir a partido a partido, porque cada punto va a ser vital.
Con 38 años, echa la vista atrás y da vértigo todo lo que ha conseguido, todo lo que ha jugado...
–Tampoco creas que echo mucho la vista atrás. Todavía sigo con la vista hacia adelante y ya habrá tiempo para echar ese vistazo. Me centro en el día a día prácticamente, y en intentar hacerlo lo mejor posible. Ya habrá tiempo para mirar atrás. Tenemos algo muy ilusionante por delante, tanto en la selección ahora en los Juegos Olímpicos como una nueva temporada con el Bidasoa jugando en Europa. Eso es lo que nos ilusiona.
Después de un buen año con el Bidasoa, una medalla en Tokio sería ponerle el broche de oro, ¿no?
–En un año tan complicado, hemos conseguido muchos de los objetivos que nos habíamos puesto. En ese aspecto, a ver si lo refrendamos y acabamos el año con buenas sensaciones en estos Juegos.
¿Está bien físicamente?
–Sí, sin ningún problema. Me encuentro muy bien. El trabajo en la concentración ha sido muy bueno y también para haber podido acabar la Liga en muy buenas condiciones.