Las altas temperaturas provocan una mayor proliferación de insectos y un aumento de la demanda de productos repelentes por lo que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha publicado una guía para su correcto uso, el modo de empleo en niños y detalles sobre el etiquetado.
En una nota informativa, la AEMPS recuerda que estos repelentes contienen sustancias biocidas, cuya finalidad es controlar mediante repulsión a los organismos nocivos, capaces de transmitir enfermedades infecciosas, por lo que están sujetos a autorización sanitaria y evaluación de seguridad bien por la Agencia o por la Dirección General de Salud Pública.
Entre las recomendaciones, la AEMPS propone lavarse las manos tras la aplicación y también el resto del cuerpo donde se ha usado, una vez concluido el tiempo de protección.
Además, aconseja evitar el contacto con los ojos, labios, mucosas, heridas y zonas sensibles de la piel.
Respecto al etiquetado, la Agencia recuerda que debe aparecer un número de registro y las instrucciones a seguir del fabricante. También recomienda elegir repelentes autorizados por la AEMPS o la Dirección General de Salud Pública.
En el caso de los niños, señala que el producto debe de ser aplicado por un adulto y consultar su aplicación en menores de tres años.
Sobre uso con una crema fotoprotectora, la AEMPS propone aplicar primero el fotoprotector, dejar que se absorba y después extender el repelente.
Y advierte de que un uso del producto más frecuente del indicado "no es más efectivo y resulta innecesario".