A la hora de de gestionar el día a día financiero cuando se vive solo, el ajuste presupuestario y una previsión de gastos son fundamentales para poder llegar a fin de mes sin excesivos sobresaltos en la cuenta corriente.
Planificación de las compras
Los economistas denominan 'gastos hormiga' a las pequeñas cantidades de dinero que se van en el día a día en aspectos evitables que suelen responder, por lo general, a compras impulsivas y no reflexionadas. Por esta razón los expertos recomiendan una planificación de la compra semanal, donde se tenga claro qué es lo que realmente se necesita y en qué establecimiento se puede adquirir de forma más económica. A la hora de acudir al supermercado, por ejemplo, es importante ceñirse a una lista previa que contenga lo necesario.
Buscar las tarifas que se ajusten mejor
Conceptos como la factura de la electricidad, la conexión a Internet, la telefonía móvil y, en los últimos años, las suscripciones a productos audiovisuales de 'streaming', se han convertido en unas de las partidas de gasto cuya proporción se ha incrementado de mayor manera en muchos hogares unipersonales. Asesorarse y realizar búsquedas de las opciones que mejor se ajusten a los consumos reales contribuirá a que los recibos que se pagan por estos conceptos servirá para ahorrar a final de mes.
Mejor pagar con dinero en efectivo
Según un estudio del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, las personas que hacen compras con la tarjeta gastan hasta un 15% más que quienes se desenvuelven con efectivo, debido a que es más fácil perder la perspectiva del gasto y el ahorro cuando el dinero se vuelve 'invisible'. En general, con la tarjeta, el comprador acaba pensando que gasta menos de lo que realmente desembolsa.
Tener algún colchón si hay imprevistos
Aunque el contexto actual lo hace difícil, con precios elevados en la cesta de la compra, es conveniente acumular a fin de mes algunos ahorros que permitan afrontar una situación de gasto imprevista, como una reparación, gastos médicos o compromisos inaplazables. Asimismo, si se dispone de un capital, puede resultar interesante consultar si existen posibilidades que las entidades financieras ofrezcan para invertirlo en algún producto de ahorro. l