Consejos para ir a la playa con niños este verano y disfrutar en familia

La playa es, sin ninguna duda, uno de los destinos favoritas de las familias. Y no es de extrañar. Disfrutar de las actividades al aire libre como nadar, hacer castillos de arena o jugar a voleibol, tener espacio para que los más pequeños de la casa corran y jueguen rodeados de naturaleza y degustar un buen aperitivo son algunas de las razones por las que miles de familias escogen la costa como destino vacacional.

Eso sí, por muy cómodo que sea, puesto que ello hace a los padres olvidarse de pensar el plan, lo cierto es que ir a la playa en familia no es una tarea sencilla. Preparar la bolsa con todo lo que se necesita o pensar en qué se va a comer ese día son algunos de los quebraderos de cabeza al que muchos padres se enfrentan. Para evitar que el agobio y el estrés del momento termine arruinando un día de playa, los expertos han recopilado una serie de consejos y recomendaciones para que ir a la playa este verano sea lo más práctico y cómodo.

Consejos para ir a la playa con niños este verano

Elegir una playa familiar

La primera de las claves consiste en pensar y elegir la playa a la que se a ir. Para no equivocarse en la elección, los especialista recomiendan elegir una que cuenta con servicios para familias, tales como áreas de baño, servicio de socorrista, duchas o incluso zonas para jugar.

Hacer del protector solar el mejor aliado

El protector solar debe ser el mejor aliado, tanto de niños como de adultos. Los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios insisten en la importancia de proteger la piel de los efectos nocivos del sol mediante el uso de cremas solares adecuadas y ropa de protección UV. Además, hay que tener en cuenta que la piel de los niños es más frágil que la de los adultos, ya que su barrera cutánea está en constante desarrollo. Es más fina, menos resistente y especialmente vulnerable a las temperaturas extremas y cambios bruscos.

Crear un espacio de sombra

Además del protector solar, las sombrillas e incluso jaimas plegables no deberían faltar en una jornada de playa. Dos elementos con los que crear un espacio de sombre en el que los más pequeños puedan estar horas jugando si exponerse al sol ni correr riesgos.

Mantener a los pequeños bien hidratados

Por supuesto, el agua tampoco puede faltar. Es esencial para mantener la hidratación, regular la temperatura corporal y prevenir golpes de calor, ya que el cuerpo pierde más líquidos debido al calor y la transpiración. Además, también es recomendable llevar a la playa productos frescos como frutas, verduras o incluso alimentos no perecederos.

Vigilar a los niños contantemente y no perderles de vista

Según el Grupo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), la mayoría de accidentes en la playa se producen por falta de supervisión adulta. Para evitar que esto ocurra, los expertos aconsejan estar a menos de un brazo de distancia, olvidarse del móvil y tener en cuenta el viento en el mar.

No olvidar el kit de primero auxilios

Incluir en la mochila o en la bolsa de vendas, tiritas, alcohol, antihistamínicos para picaduras o alergia es indispensable para solventar cualquier tipo de emergencia que puede surgir.