España es uno de los países del mundo con mayor esperanza de vida: los hombres viven una media de 80 años y las mujeres, más longevas, alcanzan los 85 años. Todo esto lleva a un imparable envejecimiento de la población y mientras el porcentaje de personas mayores de 65 años ronda actualmente el 20%, se estima que en 2050 será superior al 30%.
Conforme las personas se hacen mayores, van perdiendo facultades y llega un momento, a cierta edad, que necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Y entonces se abre un abanico de posibilidades: pueden mantenerse en el entorno familiar, trasladarse a una residencia o permanecer en su propia casa con la ayuda de un cuidador profesional.
Si elegimos esta última opción, son varios los puntos que debemos tener en cuenta. En primer lugar, definiremos las necesidades de la persona que va a ser atendida y buscaremos al profesional que mejor responda a ellas. Tómate tu tiempo y no elijas a la ligera.
Cuando creas que tienes a los candidatos ideales, hazles una entrevista personal para valorar su actitud. Es importante que la persona mayor esté presente para que también pueda dar su opinión, ya que es con ella con quien van a convivir.
Si ya te has decidido por uno, haz que la incorporación sea progresiva. Comienza con un periodo de prueba de entre uno y tres meses para ver cómo es la relación entre ambos y si la persona es la idónea para su cuidado.
Durante la entrevista, deberás tener en cuenta que tu candidato tenga unas cualidades que son imprescindibles en cualquier cuidador: vocación y respeto por las personas mayores, carácter amable y cariñoso, empatía, respeto hacia la intimidad y la rutina diaria de la persona que va a cuidar y rápida capacidad de reacción ante posibles imprevistos.
Una vez que encuentres al que consideras el candidato ideal deberéis firmar un contrato escrito en el que figuren horario, sueldo, responsabilidades y las tareas que debe realizar, entre ellas, labores domésticas, acompañar a la persona mayor, higiene personal, medicación, etc.
Para encontrar a un cuidador puedes pedir ayuda al médico habitual de la persona mayor, al asistente social o a un centro de día; otra opción es acudir a empresas especializadas. En el caso de que te decidas por una de estas, la OCU nos da una serie de pautas sobre los criterios de calidad que debe cumplir una empresa que ofrece este tipo de servicios de cuidados a domicilio:
1- Los cuidadores son profesionales, con formación especializada y buenas referencias en caso de tener experiencia previa.
2- Ofrecen más de un candidato y se les puede conocer previamente e incluso cambiarlo antes de contratarlo.
3- Hay un periodo de prueba para ver cómo se desenvuelven la persona mayor y el cuidador y si hay afinidad personal.
4- El cuidador es sustituido en caso de falta de entendimiento o por ausencias en vacaciones o bajas.
5- La empresa se interesa por el desarrollo del servicio y establece un protocolo claro para valorarlo a través de llamadas periódicas o visitas a domicilio.
6- Los cuidadores de nacionalidad extranjera tienen los papeles en regla.
7- La empresa no pone impedimentos en mostrar el contrato del empleado y el pago de la cotización mensual a la Seguridad Social.
8- El presupuesto está detallado de forma que el cliente puede saber a cuánto ascienden los gastos que la empresa cobra por la gestión, además del salario y la cuota de la Seguridad Social del cuidador.
9- La empresa tiene un teléfono u otro medio de contacto ágil para imprevistos.
10- La empresa tiene concierto para operar como SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio). Si solicitas la ayuda a la dependencia y la resolución es favorable, podrá seguir con el mismo cuidador.