Minutos después de terminar el txupinazo, la gente ha empezado a abandonar la plaza de la Virgen Blanca. Algunos han optado por las viejas costumbres de acudir a bañarse a las fuentes de la capital alavesa, no sin antes reclamar a los balcones cubos de agua para refrescarse. Mientras que otros, se han dirigido por la Cuesta hacia Kutxi para continuar la fiesta.
En la mítica calle vitoriana se ha vivido también el txupinazo, acompañado de mucha cerveza y kalimotxo. La Kutxi ha empezado a coger color poco a poco, y ahora mismo, no se divisa el fin de la calle debido a la cantidad de personas que hay.
Todo esto, antes de irse a casa a ducharse, cenar y prepararse para la siguiente batalla: la primera noche de La Blanca.