“No estamos para conformarnos con un punto”, advierte el técnico del Valencia, un Salvador González, Voro, que sabe que sus días en el banquillo che están contados ateniéndose a lo sucedido en las siete ocasiones anteriores en las que ejerció como entrenador interino. Sin embargo, forjado en la cantera valencianista, luego jugador del primer equipo y más adelante, delegado y director de organización, además de míster de urgencia, el escudo pesa en Voro. “Vamos a por los tres puntos. Vamos a ganar, no a empatar; luego el partido nos llevará donde sea”, lanza el que fuera defensa internacional.
Y es que el Valencia es un polvorín. El nerviosismo abunda por razones obvias, las necesidades deportivas, más allá de las polémicas que rodean a lo que sucede sobre el terreno de juego. “No hay otro objetivo que evitar el descenso, no hay otro. No podemos decir quedan dieciocho partidos. Eso lo sabemos pero hay que sumar ya y pensar en el partido siguiente. La diana, el punto rojo, es evitar el descenso, que son palabras mayores. Centramos el tiro, vamos todos en la misma dirección y usamos el camino más corto”, manifiesta Voro, que trata de ceñirse a la realidad: la necesidad del equipo.
Si bien, pese a su discurso, donde apela a la inmediatez, trata de evadir la tensión que se pueda vivir en el vestuario. “Hemos de evitar la ansiedad, la precipitación y cometer errores, y si nos tienen que ganar que no sea por errores nuestros”, comenta el técnico, que insta a sus jugadores a mostrar actitud y concentración: “Vamos a por el partido desde del primer minuto”.
De hecho, muestra su convencimiento recurriendo precisamente a esa necesidad, a la obligación de cambiar la dinámica negativa. No en vano, el combinado che encadena seis encuentros sin conocer la victoria en la competición liguera. “Estoy seguro de que vamos a ser competitivos, de que vamos a dar la cara y vamos a ser atrevidos porque necesitamos ganar”, asegura el de L’Alcúdia.
Voro no teme sobre su circunstancia en el banquillo. “La situación es la que es. No me preocupa que salgan nombres o no salgan, estoy centrado en lo que tengo que estar. Del resto, ni un segundo para pensarlo. Doy lo máximo porque es lo mínimo que puedo hacer desde el momento que di el paso”, zanja, afirmando además que el vestuario “está bien”. “Sabe la situación en la que estamos. Los jugadores son conscientes”, sostiene.
"El Athletic cambia poco"
En cuanto al Athletic, Voro reconoce que el reciente encuentro de los cuartos de final de la Copa, donde los leones se impusieron por 1-3, el plantel de Ernesto Valverde fue muy superior y en este sentido espera a un rival similar. “Es un partido muy reciente y el Athletic cambia poco. Es agresivo, ordenado, cambia poco, te aprieta”, analiza.
Para el entrenador del Valencia, más trascendente que la puesta en escena del opositor es la propia. “Fueron muchos mejores y ellos no cambian mucho fuera. Tienen una filosofía de trabajo, presión y orden. Lo hemos visto mucho. El foco está en nosotros, qué podemos mejorar y qué podemos evitar. Lo hemos visto y hay que ponerlo en marcha en el terreno de juego”, subraya Voro, que revela que guarda una amistad con Valverde, pero a la vez es algo que no considera relevante de cara al partido. “Que lo conozca no es relevante, tenemos que fijarnos en nosotros”, apostilla.