El ciclo del Caballo Blanco acogió ayer el singular espectáculo de Jimmy Barnatán. Un músico que recibió en su itinerante Bar Natán a Enrique Villarreal, El Drogas. Juntos sobre el escenario, charlaron de lo divino y de lo humano entre canción y canción en lo que fue una exitosa improvisación. “Llevo un año trayendo a distintos amigos a mi bar para charlar en una conversación que es como si el público tuviera la oportunidad de verla a través de una mirilla”, contó Barnatán poco antes del concierto.
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