Al seleccionador de Venezuela, Fernando Batista, le ha pasado lo mismo que a Imanol. Los dos técnicos se han dado cuenta a lo largo de sus campeonatos que Jon Mikel Aramburu es un comodín de oro. El lateral realista fue otra vez uno de los grandes protagonistas de la victoria de Venezuela sobre Jamaica en el último partido de la fase de grupos de la Copa América que se está disputando en Estados Unidos.
Había dudas sobre si Batista se iba a decantar por Alexander González, que había jugado en el debut ante Ecuador o si se iba a decantar por Aramburu que había entrado con mucha fuerza en el duelo frente a México provocando el penalti decisivo que acabó en el gol del triunfo de Rondón. El seleccionador cayó en la cuenta de que no podía prescindir del realista y, seguro que después de ver lo bien que lo ha hecho en su equipo, adoptó una decisión salomónica al sacar a los dos, pero colocar a Aramburu en la izquierda.
Una vez más las estadísticas volvieron a ser concluyentes y convincentes: seis entradas con éxito, solo dos pases fallados, seis duelos de once ganados, además de una asistencia con música con su pierna buena, la derecha, que acabó aprovechando Bello con un buen testarazo.
Por si fuera poco, cerró a cal y canto su banda y se incorporó al ataque siempre que pudo sin ningún temor por la posibilidad de tener que centrar en carrera con su pie menos hábil.
Clasificada como primera de grupo
Con estos nuevos tres puntos, Venezuela está clasificada para la siguiente fase como primera de grupo después de dar la sorpresa y de generar una muy buena impresión al imponerse a Ecuador 2-1, a México, 1-0, y de acabar goleando a Jamaica, 3-0. Su rival en cuartos será Canadá que dejó fuera de combate a Chile.
Aramburu fue sustituido en el minuto 81 y se vieron imágenes muy emotivas en el banquillo al ser literalmente agasajado por el cuerpo técnico y sus compañeros que no dudaron en felicitarle por segunda magnífica actuación consecutiva. Será complicado que alguien le saque del once. Lo mismo puede pasar en la pretemporada de Imanol. Y el oriotarra es plenamente consciente de ello…