Todos los aficionados de la Real Sociedad firman donde haga falta para que se repita la historia. Cuando Asier Illarramendi alzó al cielo de Sevilla la Copa del Rey, en aquel recordado 3 de abril de 2021, el equipo txuri-urdin puso el mejor colofón posible a un camino que había arrancado en tierras palentinas. La edición 2019-20 del torneo emparejó de inicio a los de Imanol con el modestísimo Becerril. Y tres años después, los bombos brindaron ayer a la escuadra blanquiazul un estreno muy similar, rico en paralelismos. Esta vez no toca viajar a Castilla y León, sino a Castilla-La Mancha. Esta vez no habrá enfrente camisetas moradas, y sí las naranjas del Cazalegas. A partir de ahí, casi todo coincide.
El municipio en el que tiene su sede el rival realista es el más pequeño que podía corresponder, igual que en 2019: de los 800 habitantes de Becerril de Campos a los 1.800 de Cazalegas (Toledo). El estreno copero de los txuri-urdin volverá a tener lugar en el exilio rival: de la Nueva Balastera de Palencia a El Prado de Talavera de la Reina, escenario de la eliminatoria que tendrá lugar el fin de semana del 12 y el 13 de noviembre. Y vuelve a corresponder un contrincante procedente de la previa interterritorial: hace tres años el Becerril apeó al Urraca asturiano (1-0), y en esta ocasión el Cazalegas viene de superar en la prórroga (2-1) al Los Yébenes San Bruno madrileño. Para sus jugadores ya supone un premio haber llegado hasta aquí. Ayer celebraron con alboroto el emparejamiento que les medirá al conjunto de Imanol.
Líder de su grupo
Continuar con las comparaciones exige recordar que, en su día, la Real no tuvo problemas para solventar su confrontación con el Becerril, goleando 0-8. Ahora está por ver si, dentro de dos semanas y media, el trámite se presenta así de sencillo o si reviste de mayor dificultad, circunstancias que resultan complicadas de determinar de antemano. Si atendemos a la categoría del adversario, los palentinos militaban en 2019 en la extinta Tercera División, entonces cuarto escalón del fútbol estatal, mientras este Cazalegas compite en el grupo 2 de la Preferente manchega, sexta altura de la pirámide. Sin embargo, existen motivos para considerar que el cuadro toledano disputa una competición no acorde a su potencial deportivo.
Hasta la fecha cuenta sus partidos por victorias, ocho en total, con un balance de goles bastante favorable. Ha marcado 24, tres por encuentro, y solo ha recibido ocho, uno por contienda. Además, y aunque estamos únicamente a finales de octubre, el Cazalegas ya se ha generado un confortable colchón para terminar la liga (participan 18 clubes) en la primera plaza y obtener el ascenso directo a Tercera RFEF: tiene a siete puntos al segundo. Números y estadísticas al margen, existen otros indicativos que le auguran un buen futuro. Indicativos en clave de proyecto.
Acuerdos
Sucede que Cazalegas, con sus mencionados 1.800 residentes, es un municipio ubicado a apenas cinco kilómetros de Talavera de la Reina. Y sucede igualmente que, a medio camino entre ambas localidades, se encuentra Ebora Formación, un centro de estudios profesionales fundado en 2009 y que se ha labrado un marcado arraigo en la comarca. Su sede está edificada sobre suelo de Cazalegas, circunstancia que llevó en 2020 al club y al propio centro a unir fuerzas. Juntos, inauguraron hace dos cursos una moderna ciudad deportiva y sentaron las bases de una iniciativa que mira al largo plazo, proyecto de cantera incluido. Un año después del anuncio, en junio de 2021, la entidad suscribió también una relación de filialidad con el Levante. Parece que la cosa va en serio.
Así lo demuestra también la identidad del entrenador que dirige al equipo desde este verano. Los nombres de los futbolistas resultan completamente desconocidos para el gran público, pero quizás no el del técnico, Rubén Pulido, quien durante la década de los 2000 fuera defensa de Getafe y Zaragoza entre otros. Concluyó la pasada campaña como segundo de Manuel Mosquera en el Talavera (Primera RFEF), y ahora ha dado varios pasos atrás para tratar de ascender al Cazalegas.