Corea del Norte ha lanzado este viernes dos nuevos misiles balísticos en dirección al mar de Japón, también conocido como mar del Este, en respuesta a maniobras militares de Corea del Sur en la ciudad de Pohang.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano ha informado del lanzamiento de dos proyectiles de corto alcance disparados desde el condado norcoreano de Tongcheon hacia el mar de Japón entre las 11:59 y las 12:18 horas (hora local), ha recogido Yonhap.
Aunque las Fuerzas Armadas de Corea del Sur no han determinado aún las especificaciones del lanzamiento como el alcance, la altitud y la velocidad de los misiles, sí ha apuntado a que estos han sido disparados poco después de que finalizara el entrenamiento de defensa nacional anual de Hoguk, un ejercicio de maniobras a gran escala iniciado por el Ejército surcoreano el pasado día 17 de octubre.
Antes del lanzamiento de este misil, el medio de propaganda de Corea del Norte 'Echo' denunció el entrenamiento de defensa como "un acto de confrontación imprudente que aumenta la inestabilidad militar y el peligro en la península de Corea".
Este nuevo lanzamiento por parte del Pyongyang escala aún más las tensiones en la región, después de que en las últimas semanas Corea del Norte haya lanzado varios misiles balísticos en ensayos prohibidos por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a las maniobras militares estadounidense-coreanas que considera un ensayo de invasión.
De hecho, en la madrugada del 4 de octubre, Pyongyang lanzó un misil balístico de alcance intermedio que sobrevoló territorio de Japón para caer en el océano Pacífico, fuera del espacio aéreo nipón, hecho que no ocurría desde 2017.
Estados Unidos, así como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), han compartido sus evidencias sobre que es "probable" que Corea del Norte lleve a cabo un ensayo con misiles nucleares, el primero desde 2017, después de haber observado una escalada de tensión en las últimas semanas.
Ataque nuclear, el final de Kim Jong-un
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha asegurado que un posible ataque nuclear por parte de Corea del Norte supondría el "final" del régimen del líder norcoreano, Kim Jong-un, que ha llevado a cabo un nuevo lanzamiento de dos misiles balísticos de corto alcance hacia el mar de Japón, conocido también como mar del Este.
Las autoridades del país norteamericano han recalcado, además, que harán responsable a Pyongyang de "cualquier transferencia de armas, material o tecnología nuclear a terceros países", según ha indicado el Departamento en su Estrategia Nacional de Defensa.
"Cualquier ataque nuclear de Corea del Norte contra Estados Unidos o sus aliados y socios sería inaceptable y resultaría en el final del régimen", recoge el texto, que incide en que "no existe escenario en el que el régimen de Kim pueda emplear este tipo de armamento y sobrevivir".
La nueva estrategia de defensa del Gobierno estadounidense ha sido trazada en el marco de la creciente especulación sobre la posibilidad de que Pyongyang lleve a cabo próximamente un ensayo nuclear. El país asiático llevó a cabo el sexto de este tipo de test en septiembre de 2017.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, ha manifestado que Kim "podría estar preparándose para llevar a cabo uno de estos ensayos en cualquier momento" y ha alertado de que esto "solo acarrea una mayor inestabilidad en la península y contribuye a degradar el estado de seguridad en la zona".
En este sentido, ha reafirmado el compromiso de Washington con Pyongyang, pero ha asegurado que Estados Unidos seguirá preparándose para "posibles contingencias".
Corea del Norte ha lanzado un total de 44 misiles balísticos en lo que va de año, lo que supone una cifra récord para el país. El lanzamiento de este viernes ha tenido lugar en las inmediaciones de Tongchon, en la provincia de Kangwon, sobre las 12:00 (hora local), según informaciones de las autoridades surcoreanas.
Los misiles en cuestión han sobrevolado unos 230 kilómetros y han caído en aguas del mar de Japón. Este ensayo se produce a medida que Corea del Sur finaliza sus maniobras militares en la región y de cara a los ejercicios conjuntos previstos con Estados Unidos para la próxima semana.