Una corte de la localidad surcoreana de Incheon (al oeste de Seúl) ha emitido una condena a muerte, la primera que se falla en el país desde 2019, para un hombre de 53 años que asesinó a dos personas en diciembre del año pasado.
El Tribunal del Distrito de Incheon consideró al hombre, llamado Kwon Jae-chan, culpable de estrangular a una conocida suya a la que robó sus joyas y su tarjeta de débito -la cual usó para sacar dinero de un cajero mientras guardaba su cuerpo sin vida en el maletero del coche- y de asesinar al día siguiente a un cómplice, cuyo cadáver enterró en el monte.
La corte argumentó que Kwon no ha mostrado arrepentimiento alguno y que no parece tener posibilidad de "recobrar su humanidad", por lo que la pena capital evitará que cometa otro crimen similar, según informa la agencia Yonhap.
Se trata de la primera pena de muerte que emite una corte del país asiático desde noviembre de 2019, cuando se condenó a Ahn In-deuk, hombre que ese mismo año prendió fuego al edificio donde vivía y asesinó a puñaladas a cinco de sus vecinos mientras trataban de escapar del inmueble, situado en Jinju (435 kilómetros al sureste de Seúl).
En todo caso, Corea del Sur no ha ejecutado una sola sentencia de muerte desde el 30 de diciembre de 1997 y es considerado un Estado que ha abolido la práctica "de facto".
Sin embargo, la ley aún permite emitir la condena y es habitual que la fiscalía la solicite, especialmente en casos en los que ha muerto un menor, y en torno a 60 personas se encuentran a día de hoy en el corredor de la muerte en el país asiático.