donostia – Aunque la expansión del virus sigue desdibujándose y se percibe un lento descenso, Euskadi no consigue apearse del más del millar diario de nuevos infectados. La peor parte de esta quinta ola se la llevan los hospitales porque las unidades de críticos han vuelto a alcanzar niveles máximos de ocupación. El jueves había 66 pacientes en estado grave en una cama UCI, cinco más que en la jornada anterior y el peor registro desde mediados de mayo. En total hay 325 vascos ingresados en centros hospitalarios por complicaciones derivadas del coronavirus. Y el jueves precisaron entrar en el hospital 54 personas.
Si julio supuso un mes de inflexión hospitalaria ya que implicó una escalada progresiva de ingresos, los primeros días de agosto han acabado por rematar la sobrecarga asistencial. Así, el 1 de julio apenas eran 33 los enfermos en UCI frente a los 66 actuales. Además, mientras que al inicio del mes pasado eran 63 los pacientes en planta, el jueves, último día con información oficial, la cifra se elevaba a 259.
Todo ello a pesar de que la tasa de incidencia acumulada en catorce días por cada 100.000 habitantes en Euskadi sigue a la baja y alcanza los 752 casos, 32 menos que la víspera. Según los últimos datos, el jueves se practicaron 8.276 pruebas, de las que 1.048 fueron positivas, lo que arroja una tasa de positividad del 12,7%, cinco décimas por encima del día anterior.
En Gipuzkoa se detectaron 327 nuevos positivos, ocho más que la víspera, aunque la incidencia acumulada bajó de 700, situándose en 676,65, confirmándose el progresivo descenso de las últimas jornadas. Donostia, con 79 casos, y Errenteria, con 32, fueron las localidades con más contagios.
En cuanto al número reproductivo básico (R0), que indica cuántas personas puede contagiar un enfermo, no varía y se mantiene en 0,83 en la CAV.