Matrona de una de las mujeres embarazadas ingresadas en la UCI por covid, Pilar Costillas les aconseja inocularse para evitar neumonías y trombos
donostia – "Con la incidencia acumulada que tenemos ahora mismo la recomendación es ponerse la vacuna en cualquier momento de la gestación", apremia, con sus más de 20 años de experiencia, Pilar Costillas, vocal por Bizkaia de la Asociación de matronas de Euskadi, que ejerce su labor profesional en el centro de salud de Rontegi.
Según los últimos datos dados a conocer por la consejera de Salud, diez embarazadas permanecen ingresadas por covid en Euskadi. ¿Han percibido en las consultas un incremento de casos positivos?
—En esta onda epidémica, como está afectando a gente más joven y ese es el grupo donde están las embarazadas, sí que estamos viendo más positivas y, cuanto más positivo hay, mayor riesgo existe de hacer una neumonía grave y de ingresar. Hay mujeres embarazadas ingresadas, hay pérdidas fetales, alguna se ha ido y alguna está muy mal.
De hecho, dos de las embarazadas hospitalizadas están en la UCI.
—Sí. Uno de los casos de ingresadas en la UCI me pilla muy cerca. Le he llevado sus dos embarazos.
¿No estaban vacunadas?
—El caso que yo conozco no.
A excepción de esta mujer, ¿el resto de embarazadas infectadas que conoce han evolucionado bien?
—En general, sí. Hasta ahora no me había coincidido ninguna tan grave. Todas eran asintomáticas o con síntomas leves. Pero estadísticamente tienen que aparecer casos graves. Si hay muchas embarazadas con covid, va a haber casos graves, pero porque ahora la incidencia es muy alta.
Hasta hace unos meses se desaconsejaba a las mujeres gestantes vacunarse y ahora se les está urgiendo a que pidan cita.
—En diciembre de 2020 se desaconsejaba la vacunación en el embarazo y la lactancia. En marzo ya se recomendaba valorar mucho más el riesgo individual de las mujeres. Si lo tenían muy incrementado, era aconsejable vacunarlas en el embarazo y estaba más claro el perfil de seguridad en la lactancia, pero se dejaba un poco a su decisión. En junio ya empezamos a decir que convenía ponerla. Las instrucciones han cambiado a medida que ha ido habiendo más evidencia científica.
¿Cómo les ha afectado a las mujeres este cambio de criterio?
—Les ha generado un poco de incertidumbre. ¿Por qué en diciembre me decías que no y ahora que sí? La explicación es que la evidencia científica valora que el riesgo-beneficio de poner la vacuna o no se va a la balanza de poner la vacuna porque el riesgo es alto. No solo es riesgo incrementado de sufrir una neumonía grave por covid en el tercer trimestre, sino también el riesgo de trombos porque ya la situación de embarazo y el posparto incrementan el riesgo de trombos. Las instrucciones han ido cambiando como ha ido cambiando la pandemia.
Lo mismo que se rectificó en su día sobre el grupo de edad al que vacunar con AstraZeneca...
—A las mujeres embarazadas, de todas formas, les están poniendo vacunas con ARN mensajero porque, según los datos recabados en Estados Unidos, son las que ofrecen el perfil de seguridad más elevado. No hay estudios hechos con embarazadas porque es un colectivo muy sensible para hacerlos, pero según lo que ha ido llegando se considera que son vacunas muy seguras.
¿Hay mujeres que, aun así, se niegan a ponerse la vacuna?
—Hay mujeres que no se la quieren poner porque quieren proteger a su bebé y les da un poco de miedo que no haya estudios hechos. Las matronas intentamos darles la información más actualizada para que ellas, que son mayores de edad, decidan.
Los posibles daños al feto será lo que más les preocupe, ¿no?
—El riesgo para el feto a corto y a largo plazo. A largo plazo no sabemos, porque llevamos vacunando desde diciembre, pero todo indica que las vacunas de ARN no afectan a la genética individual, con lo cual no tendrían por qué tener ningún problema. Entiendo que puedan tener miedo por sus bebés y por ellas, pero el riesgo que asumen, si no se vacunan, es muy alto. De todos modos, la Ley de autonomía del paciente no obliga a recibir ningún tipo de tratamiento, entre ellos, la vacunación.
En caso de que opten por no inocularse, ¿qué se les recomienda?
—Si alguna tiene muchas reticencias, intentas que se vacune el nido, es decir, los convivientes, y lo antes posible. Aun así, siempre hay que extremar las medidas generales: el uso de mascarilla, el lavado de manos, la distancia...
¿Alguna ha decidido aislarse para protegerse en la recta final?
—Aislarse no. De todas formas, estén o no vacunadas, con la incidencia que tenemos en este momento sí que reforzamos mucho la información de las medidas generales. En los ambulatorios, de hecho, seguimos igual: intentando reducir el número de consultas presenciales, respetando el aforo en las salas de espera, limpiando, ventilando... Lo único, que ahora sí se permite el acompañamiento a las consultas, porque ha habido épocas en las que no.
El 45% de las mujeres embarazadas ya tienen la pauta completa o están en el proceso de vacunación.
—Ya vacunamos a las mujeres embarazadas de la gripe y de difteria, tétanos y tos ferina. En ambos casos la adhesión a la vacunación es muy alta en nuestra comunidad. Yo, que llevo más de 20 años trabajando en primaria, contaría diez mujeres que se han negado a ponerse la vacuna de la difteria, tétanos y tos ferina.
Con la vacuna del coronavirus ¿estima que pasará lo mismo?
—La gente, en general, se la quiere poner. Algunas están teniendo dificultades para acceder a la web y les intentas facilitar las citas para las vacunas desde la consulta.
¿Qué dificultades añadidas les ha supuesto la pandemia a las mujeres en proceso de gestación?
—En el embarazo las mujeres necesitamos de la tribu, estar en contacto con otras mujeres que están viviendo lo mismo. Con la pandemia dejamos de hacer sesiones grupales de educación maternal-paternal y en el ambulatorio de Rontegi aún no las hemos podido reanudar porque las salas están ocupadas con rastreadores y pruebas de covid.
¿De qué manera se han suplido?
—Empezamos muy pronto a hacer las mismas sesiones, pero online. Tiene de bueno que se han podido unir a ellas desde cualquier punto, pero se pierde mucho en el camino y las mujeres y parejas han vivido esto muy solas. Ha habido la sensación de más preocupación. Hemos hecho y seguimos haciendo muchísima contención vía telefónica.
¿Ha habido embarazadas que hayan tenido que tratarse por la ansiedad causada por la pandemia?
—No sabría decirte porque no tengo ningún estudio. Es una sensación de que ha habido que hacer más refuerzo en acompañamiento para estar con ellas, aunque sea a través del teléfono, porque al final con un recién nacido, tú sola, restricción de visitas, miedo a que las visitas puedan traer un virus que le pueda afectar al bebé... Hoy en día sabemos que los recién nacidos transcurren asintomáticos o realmente no tiene mayor trascendencia, pero los primeros meses esto fue muy duro. Había muchísimo miedo en toda la sociedad. Pues imagínate en las embarazadas, en sus parejas, en sus familias recién formadas, que quieres mantener tu nido estéril.
Hay quienes se han relajado con las vacunas, pero el riesgo sigue ahí.
—El riesgo sigue estando. No nos podemos relajar. Con estas cifras de incidencia yo les digo a todas: Cuidaos, no os quitéis las mascarillas a no ser que estéis en el monte solas. En el medio urbano es muy complicado mantener las distancias. Había una que tenía miedo a vacunarse. Digo: No te preocupes. Que se vacune tu chico para protegerte y tú, cuídate mucho. Tampoco es cuestión de meter miedo. El virus está entre nosotros, hay que seguir viviendo, pero no podemos relajarnos y, menos, estando embarazadas.
"Hay mujeres embarazadas ingresadas, hay pérdidas fetales, alguna se ha ido y alguna está muy mal"
"En esta onda pandémica, como está afectando a gente más joven, estamos viendo más embarazadas positivas"
"Con la incidencia que tenemos la recomendación es vacunarse en cualquier momento de la gestación"