La época de navidades puede llegar a ser tan entrañable como agotadora y es que, aunque sea un periodo vacacional, especialmente aquellos que tienen hijos pueden llegar a tirarse de los pelos para entretener a los pequeños tantos días en casa, y todo en medio de una nueva ola pandémica.
Es por eso que la plaza de la Libertad de Pamplona acoge desde ayer y hasta el jueves 30 el espacio de ocio COworkids –el nuevo programa de infancia impulsado por Navarra Suma tras suprimir los ocho equipos preventivos de los barrios de Pamplona–, dirigido a menores entre 4 y 12 años. Así, el consistorio pamplonés ha instalado una carpa con hinchables y un rincón para crear adornos navideños, y también un tiovivo en el exterior, ambos gratuitos, para que los pequeños puedan disfrutar de ellos en estas fechas festivas. La carpa abrirá en horario de mañana y tarde, de 10.30 a 12.30 horas y de 16.30 a 19.45 horas, y el carrusel funcionará de 11.30 a 14 horas y de 17.30 a 20 horas.
Una alternativa de ocio para los txikis que muchos padres y madres acogieron ayer "encantados", pero que otros tantos vieron como "algo peligroso" en cuanto a que "se fomenta el contacto entre los niños, que van sin mascarilla". Asimismo, otra de las preocupaciones manifestadas estuvo relacionada con el tamaño de dicha carpa que, aunque se montara de forma cubierta para anticiparse a las posibles lluvias que suelen sorprender a Pamplona, dificulta la adecuada ventilación del espacio. En este sentido, como garantía de la seguridad de niños y niñas, una de las paredes de la carpa permaneció abierta en todo momento –aunque sin otra abertura en la estructura para poder crear corriente– y el aforo estuvo reducido a 55 personas, con un máximo de 30 minutos de disfrute de las actividades por menor, según explicó Arantxa Jericó, una de las técnico presentes.
con el freno echado En esta línea, intranquilos por "la cantidad de gente dentro de la carpa", Eider y Jorge prefirieron que su hija Sara, de cuatro años, se divirtiera en el carrusel. "Hemos venido a Pamplona a pasar unos días antes de la Nochevieja y nos hemos encontrado con esto de casualidad, la mayor sorpresa nos la hemos llevado cuando nos han dicho que era gratis. Nos ha dado confianza ver que desinfectan los asientos del tiovivo después de cada ronda, pero hemos preferido no entrar en la carpa por si acaso", comentó la pareja vecina de Mundaka (Bizkaia).
No obstante, a pesar del comprensible miedo a los contagios en estos difíciles momentos para la Comunidad Foral en cuanto a la pandemia, las interminables colas de más de un centenar de personas fueron la imagen más recurrente de la plaza de la Libertad ayer.
Allí se encontraban José Miguel Jaunarena y su hijo Xabier, de tres años, que fueron unos de los manitas que se animaron a participar en el taller creativo de COworkids. "Llevábamos días esperando a que abrieran, de hecho hemos venido antes de la hora de apertura porque Xabier no podía esperar más", contó el vecino de Iruña, quien confesó que al final tuvieron que dejar de lado tanto los hinchables como el tiovivo porque el pequeño se vio "abrumado por la cantidad de gente que había porque no está acostumbrado", pero que disfrutó igual de una experiencia más centrada en las manualidades navideñas.