Mientras el mundo ha quedado sumido a los pies del covid-19, el tráfico de drogas y el consumo habitual de los drogadictos ha continuado su marcha sin decelerar en ningún momento. Es más. El pasado año aumentaron las detenciones e investigaciones relacionadas con el narcotráfico en Álava y en el resto de territorios vascos.
Según los datos a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la Ertzaintza realizó en 2019 un total de 389 detenciones e intervenciones en la Comunidad Autónoma Vasca por la venta ilegal de droga (85 en el territorio alavés). Un año después, precisamente el año que fue marcado por el inicio de la pandemia mundial, este número de detenciones e investigaciones se elevó a 585 casos (91 en Álava) y la tendencia actual sigue al alza. Las estadísticas reflejan que el menudo y trapicheo siguen estando a la orden del día con 292 detenciones e intervenciones en los primeros seis meses del año, de los cuales 52 corresponden a Álava.
El responsable de la sección de Delitos Contra el Patrimonio y Salud Pública de la Ertzaintza asegura en este diario que ese incremento puede tener varias lecturas. Por un lado, podría responder al aumento de consumo entre los drogadictos o al aumento en el propio número de adictos que se adentran en este mundo (inicialmente con el consumo del hachís). Pero, también aclara que responde las campañas de prevención y al trabajo que realiza el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco para evitar el trapicheo de drogas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
"Es cierto que el pasado año se decretó un confinamiento, pero durante todo el año hubo muchos controles por parte de la Ertzaintza y es cuando se fueron detectando casos de tráfico de drogas", explica. En este mismo sentido, asegura que mientras otro tipo de delitos sí han logrado descender, este era más complicado debido a las fiestas ilegales que se han seguido realizando, como los conocidos botellones.
No obstante, ante estos casos la Policía Vasca ha incrementado su prevención, aunque el responsable de delitos asegura que dicha prevención debe estar en la sociedad, no solo por parte de la policía. Y es que el consumo de estas sustancias psicoactivas en adolescentes llama la atención de las autoridades pero asegura que debería llamar la atención de todo el conjunto de la sociedad para lograr frenar su consumo y, con ello, el tráfico.
"La droga sale de las casas, de los colegios, es responsabilidad de la sociedad trabajar en la lucha contra el tráfico", asegura. Y es que el perfil de las personas que consumen algún tipo de estupefacientes cada vez es más joven. Según explica el responsable, comienzan en edades tempranas, en la adolescencia, con consumos puntuales especialmente el de la marihuana: "En el mundo de las drogas se comienza en la adolescencia con los derivados del cannabis. Luego, con los años, y a medida que cambia el nivel adquisitivo, cambian los hábitos en las sustancias que se consumen y se suele pasar al sulfato de anfetamina -más conocido como speed-. Va por fases, y el último eslabón es la cocaína", añade.
Consumo propio
Por eso, la lucha contra el tráfico de droga debe comenzar en los propios hogares, según reconoce. Este trabajo debiera continuar en todos los colegios y también con las investigaciones que realiza la Ertzaintza. De hecho, desde este departamento clasifican en dos grupos a los narcotraficantes. Están las personas que venden pequeñas cantidades a lo que catalogan como menudeo o los grandes narcotraficantes que hacen de la droga su oficio.
En estos casos, y detrás de un alto porcentaje de detenciones e investigaciones, se encuentra precisamente el menudeo; un trafico de drogas en el que algún agente ha presenciado ese intercambio de droga y dinero de manera casual o in fraganti. También dan con estos narcotraficantes de manera casual en el transcurso de alguna intervención policial (por ejemplo, algún control de tráfico en la carretera) donde se le encuentra droga.
¿Cómo saber si esa droga es para consumo propio o para el tráfico? En este caso siempre que la policía halla droga en un ciudadano, ésta es decomisada y pesada. En función de los gramos de la droga se considera una infracción administrativa (consumo propio) o infracción penal (tráfico de drogas).
En cualquier caso, está prohibido llevar droga sea en la cantidad que sea, pero en dosis pequeñas podría considerarse consumo propio por lo que la ciudadanía pagaría una multa administrativa y, en dosis elevadas, en cambio, podría exponerse a penas de prisión. En el caso de narcotraficantes que viven de este oficio de la venta ilegal de sustancias estupefacientes, la pena de prisión se eleva considerablemente, en función de la droga y las cantidades.
En este mismo sentido, el responsable también recuerda que está prohibido plantar marihuana en las viviendas. De hecho, en estas fechas comienza la cosecha de la marihuana: "Muchas investigaciones se inician gracias a la colaboración ciudadana. Se trata de vecinos que nos llaman para advertirnos del olor a la marihuana cerca de sus viviendas", dice. Esto suele ocurrir, especialmente, en las zonas rurales.