El alumnado con dificultades de aprendizaje derivadas de trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastornos de aprendizaje (TA) ha crecido un 37% en tres años y en 2020-21 había un total de 9.734.
Los casos de trastorno del lenguaje expresivo y trastorno de lectura, escritura y cálculo, señala el informe, son resistentes a la intervención y persisten toda la vida. Y conforme pasan los años se dan de baja en el censo (a los tres años de ser censado solo permanece el 5-10%). En el caso del TDAH, que se inicia en la edad infantil y sus síntomas pueden perdurar hasta la edad adulta, el 15% causa baja del censo antes de finalizar la ESO.
El informe constata que el 19% del alumnado censado no recibe ninguna medida educativa. De los que sí tienen apoyo, las medidas más habituales son el refuerzo educativo y la adaptación curricular de acceso. La tasa de repetición en este alumnado se duplica en relación a la del total de la matrícula.
En lo que respecta a las altas capacidades, el número de censados ha pasado de 434 a 825 en tres años gracias a la aplicación de un protocolo de detección. Sin embargo queda mucho por hacer ya que esa cifra supone el 1% del total y los expertos estiman que un 10% tiene altas capacidades y un 2% son superdotados.
El 57% acude a centros concertados y el 61% son varones, lo que muestra una “brecha de género” dice Comptos. En cuanto a las medidas, el 29% no recibe ninguna mientras que la más habitual es el enriquecimiento curricular