La escuela vasca acoge cada año mayor diversidad. Hoy en día compartir pupitre con un compañero sordo, invidente o con problemas motores está a la orden del día. Los trastornos de la atención, la hiperactividad y el síndrome de espectro autista conviven en las aulas con las altas capacidades o la capacidad intelectual límite. La realidad es que el alumnado con necesidades específicas se ha incrementado un 13,9% en dos años: un 10,1% el alumnado de necesidades educativas especiales (NEE) y un 14,3% el de necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE).
Entre las razones que explican este aumento de alumnado con necesidades especiales se encuentra el impulso de la intervención temprana y, en consecuencia, la detección y valoración de más estudiantes con esas necesidades educativas. Se produce también un aumento de alumnado escolarizado que padece enfermedades raras o poco frecuentes, muy incapacitantes. Por otro lado, se ha alargado la esperanza de vida de niños y niñas con graves enfermedades.
Es de resaltar que en el periodo 2019-2021 se han incrementado de forma importante las necesidades relacionadas con los Trastornos del Lenguaje y la Comunicación (21,6%), los Trastornos generalizados del desarrollo (20,3%), Lentitud de maduración (17,9%), la Diversidad funcional visual (16,9%) o las Dificultades específicas de aprendizaje (16,4%). El porcentaje del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en la red pública se mantiene cerca del 60 %, sin apenas variaciones en los últimos años. Si bien en Educación Infantil y Primaria es mayor el porcentaje de alumnado escolarizado en la red pública, en ESO, la diferencia es menor y es mayor el porcentaje escolarizado en la concertada. Estas son las principales conclusiones del Informe La Educación en Euskadi 2019-2021 aprobado recientemente por el Consejo Escolar de Euskadi (CEE).
Dentro del apartado de escuela inclusiva, el máximo órgano de participación del sistema educativo alaba la estrategia del Departamento de Educación de escolarizar en aulas ordinarias –tanto en la pública, como en la concertada– al mayor número de alumnos que, por sus problemas físicos o mentales, estaban destinados antaño a estudiar en colegios de educación especial. Aunque en franco retroceso, en Euskadi existen siete centros de educación especial: 4 centros en Bizkaia (Asbibe, Aldamiz, Zabaloetxea y Elguero) y 3 en Gipuzkoa (Aspace, Azkarate, Aransgi). En total estos colegios escolarizan a 500 alumnos y alumnas, una gota dentro del mar de diversidad que componen los 26.669 estudiantes con NEE y NEAE que acuden a diario a las aulas ordinarias de los colegios ordinarios.
El Consejo subraya que la escuela vasca “propone un modelo de escolarización para que la educación llegue a todas las personas en entornos de aprendizaje adecuado”. De ahí que abogue por un sistema que escolariza en el aula ordinaria a un altísimo porcentaje de estudiantes, de tal manera que las aulas específicas (aulas estables, aulas de aprendizaje de tareas, aulas de refuerzo …) sean “la excepción” y se utilicen a partir de una edad en la que se requiera un tipo de respuestas más adaptadas a las necesidades de desarrollo de determinado alumnado. Para ello, “resulta imprescindible la detección de las necesidades y, en ese sentido, cabe destacar que se ha sistematizado la intervención temprana como una estrategia que permite identificar dificultades que pueden ser abordadas desde el inicio de la escolarización”, señala el Consejo.
En el periodo 2019-21 resulta llamativo el incremento del alumnado escolarizado en aulas estables en centros públicos de Primaria (17,5%). En los concertados ha disminuido un 4,9% pero aun, en términos absolutos, sigue contando con más alumnado debido a los 7 centros específicos existentes. También crece el alumnado en aulas estables en ESO un 10,9% en la red pública y un 18,2% en la concertada. Sin embargo, en las aulas de aprendizaje de tareas crece un 3,3 % en la red pública y disminuye el 1,4% de la red concertada.
El CEE pide que la cantidad de especialistas “no se vea limitada” después de que se hayan observado ciertas carencias. Y es que datos de profesionales para atender NEE reflejan un descenso del 29,5% del profesorado de Audición y Lenguaje en la pública y un aumento del 147,6% en la concertada. Estos datos se explican porque a partir del curso 2019-20 y de acuerdo a la Resolución de 22 de marzo de 2018, de la viceconsejera de Administración y Servicios, se estimó un recurso de alzada impidiéndose la itinerancia de ese personal con plaza en centros públicos a concertados, tal como se llevaba haciendo años. Así, se reorganizó su intervención, teniéndose en cuenta de forma separada las necesidades en centros públicos y las de los concertados, que serían atendidas por personal de Educación.