“Creí que era un SMS de mi banco y he perdido más de 4.000 euros”

Joseba García nunca pensó que un mensaje de móvil sería el inicio de una pesadilla. Tras recibir un SMS que alertaba sobre un acceso irregular a su cuenta bancaria, accedió a un enlace sin sospechar que se trataba de un fraude. En cuestión de minutos, le robaron 4.200 euros. Ahora, ha decidido compartir su caso para alertar sobre los peligros del phishing y evitar que otros caigan en esta trampa.

¿Cómo contactaron con usted los ciberdelincuentes? 

Recibí un SMS alertándome de un intento de acceso irregular a mi cuenta. El mensaje contenía un enlace a una página web que parecía, de mi entidad financiera, donde pedían mis datos de acceso. Me incluía un enlace que, aparentemente, pertenecía a mi entidad financiera. 

¿En algún momento pensó que podían estar engañándolo?

Yo no sospeché nada, ya que todo parecía muy verosímil. Incluso me llamaron desde un número que aparentaba ser de mi banco. Seguí las instrucciones y me pidieron una clave para anular lo que pensaba que era una transacción fraudulenta. Fue todo muy rápido.

¿En qué momento se dio cuenta de que le habían estafado?

Cuando terminó la llamada, decidí ponerme en contacto con mi entidad bancaria. Fue entonces cuando me di cuenta de la estafa.

¿Qué le dijeron desde el banco?

Me confirmaron que nadie me había llamado. Al comprobar mis cuentas me di cuenta de que había perdido 4.200 euros en transferencias fraudulentas.

¿Ha podido recuperar el dinero?

No. El banco no se ha hecho cargo. Me dijeron que no era un fallo de seguridad por su parte, sino un error mío, por no ser lo suficientemente cauteloso.

¿Denunció los hechos ante la policía?

Efectivamente. Al día siguiente, fui a la comisaría. Allí me contaron que no era el único, que muchas personas llegaban con casos similares. Denuncié, pero los agentes me advirtieron que probablemente no se resolvería nada.

¿Cómo le ha afectado todo esto?

Ha sido doloroso. Me siento frustrado por cómo se manejan este tipo de fraudes. Lo que más me molesta es que no siento que se haga lo suficiente para prevenirlo ni que haya consecuencias para los responsables. Es algo que, lamentablemente, sigue pasando y que muchas veces no se denuncia por vergüenza. Por eso estoy hablando aquí, para que se sepa que esto es más común de lo que parece y que debemos exigir cambios.

¿Cree que las instituciones están haciendo lo suficiente para perseguir a los delincuentes?

No, para nada. La impunidad con la que operan estas personas es alarmante. Las compañías telefónicas permiten que se envíen SMS con enlaces a páginas fraudulentas. Se deberían prohibir este tipo de prácticas y realizar un mayor control. Es una situación en la que nadie se hace responsable, y las víctimas estamos solas. Como sociedad, necesitamos un debate real sobre cómo prevenir estos fraudes.

¿Qué medidas podrían tomarse para proteger a los usuarios?

Primero, es crucial que se prohíban los SMS que contienen enlaces a páginas de entidades financieras. Además, se debería controlar la venta de móviles y la adjudicación de números de teléfono. Por otro lado, se debería concienciar a los usuarios, especialmente a las personas mayores, sobre los riesgos en Internet. Las entidades financieras también tienen que ser más transparentes y proactivas a la hora de alertar a sus clientes. A mí el banco no me avisó de que no mandan este tipo de mensajes hasta que me ocurrió esto.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los lectores?

Que no se confíen, aunque todo parezca real. Si reciben un SMS o una llamada sospechosa, que la verifiquen siempre a través de los canales oficiales de su banco. Y, sobre todo, que no se dejen llevar por la presión. Si les meten prisa o la conversación les parece rara, que paren un momento para pensar antes de actuar.