Carlos Montero: “Creo que ‘Élite’ es una factoría de actores y de estrellas”

Los asesinatos, las traiciones, las dobles caras y, por supuesto, el sexo se ciernen a la vuelta de cada semestre. Carmen Arrufat, Ana Bokesa, Ander Puig, Álvaro de Juana y Álex Pastrana son las nuevas caras que se incorporan al elenco en esta nueva temporada. Estos actores se unen a los veteranos Valentina Zenere, Carla Díaz, Martina Cariddi, Adam Nourou, Manu Ríos y André Lamoglia, entre otros.

¿Cómo se le ocurrió la idea de Élite?

Me llamó Paco Ramos (vicepresidente de contenidos originales de Netflix) para decirme que a Netflix, que estaba llegando a España, le apetecía mucho contar con una serie de adolescentes. Me hizo gracia la idea. Me puse a pensar y en tres días di con una premisa muy sencilla, que dos o tres chicos sin recursos llegaban a un colegio de niños ricos, muy ricos, a estudiar becados. Y todo eso mezclado con un asesinato. Se lo conté y les encantó. Bueno, primero se lo conté a Darío Madrona, que es el otro guionista que ha creado la serie conmigo. Fue todo muy rápido y enseguida nos dijeron que sí. 

¿Cómo se elaboran los perfiles de tantos personajes? 

Es una mezcla de todo. Cuando es una serie tan coral como Élite, o en su momento Física o Química, tienes que ir mucho al arquetipo, aunque después al arquetipo le des la vuelta. Evidentemente, también estás en contacto con la realidad, con lo más actual y te nutres de ello. Ah, y de vivencias personales, claro.

¿Suele estar presente en las grabaciones?

Intento estar poco. Hay muchos showrunners que sí están todo el rato. El modelo americano, por ejemplo, sí es de estar siempre en plató. Yo, sin embargo, pienso que si estoy siempre en plató, pues para eso me pongo a dirigir. Prefiero no estar y que lo haga el director. Eso sí, estoy en el casting, hablo mucho con el director, estoy en el montaje... en todos los procesos.

Montero es un experto en ficción televisiva. Manuel Fernandez-Valdes

¿Qué labor realiza un showrunner?

Un showrunner es un poco como el autor de la serie. Es el que crea la idea, el que con su equipo de guionistas elabora el guion, el que elige a los directores, a los actores y a los jefes de equipo. También, está en montaje, va a las mezclas de sonido y a hacer el trabajo de color. Digamos que lo supervisa todo. 

¿El guion es inalterable o suele haber cambios en las grabaciones?

Es bastante inalterable porque en series como esta, de un gran engranaje, en el momento en que mueves una pieza se puede liar todo. Intentamos que sea bastante fiel. Bueno, es verdad que si en un momento dado un actor dice con sus palabras lo mismo que nosotros ponemos en el texto pues también podría ser válido.

¿Esta temporada es la más profunda en cuanto a temas sociales?

Creo que sí. Nos apetecía mucho porque llevábamos dos temporadas como muy de fuegos artificiales, muy frívola. Lo bueno de hacer una serie de tantas temporadas es que te puedes permitir el lujo de ir cambiando. 

Imagino que el público LGTB estará agradecido porque en la serie aparezcan todas las orientaciones sexuales de las siglas...

Esta serie no se podría pensar sin ese universo LGTB. Para mí es fundamental. Lo ves en casi todas mis series.

Han tardado seis temporadas en incluir el tema de la transexualidad, ¿por algún motivo en especial?

Porque no encontrábamos al actor. No es fácil encontrar un actor que sea trans de verdad. Teníamos pensada una historia para un chico trans o una chica trans y de repente apareció Ander Puig, que es maravilloso, y nos enamoró.

¿Ha sido Ander Puig todo un descubrimiento?

Sí, desde luego que sí. Le hicimos solo un par de pruebas a Ander. No le hicimos más porque nos encantó. Después le vi en la serie Ser o no ser de RTVE Play y me gustó muchísimo. Es un chico fantástico, todo luz, y con una mirada muy chula. Es muy fácil trabajar con él. Estamos encantados.

La verdad es que no hay muchos personajes transexuales masculinos en las producciones españolas, ¿a qué se debe esto?

Generalmente siempre piensas en mujer trans. Creo que tenemos esa idea en la cabeza, ¿no? Nosotros quisimos explorar la transexualidad masculina y al conocer a Ander pues dijimos, vamos a por ello. 

¿Qué buscaban contar con el personaje de Cruz, el futbolista gay de primera división que, además, tiene muchas similitudes con Cristiano Ronaldo? 

Entre los guionistas decimos que hay que ser un héroe para salir del armario porque, aunque ahora mismo en los vestuarios a los otros futbolistas les daría igual, en el estadio la gente sigue siendo muy homófoba. Creíamos que era el momento de incluir un personaje así para hablar de la homofobia en el fútbol. Nos dio mucha pena matarlo porque el actor que lo interpreta, Carloto Cotta, nos tenía completamente enamorados porque es maravilloso. No digo que un futbolista que salga del armario vaya a morir asesinado, pero que no lo va a tener fácil, está claro.

En esta temporada hay una nueva trama protagonizada por una pareja de influencer que no tienen una vida tan idílica como la que transmiten a sus seguidores, ¿fiel reflejo de la realidad?

Aunque no conozco a muchos influencer es evidente que no hay ninguna vida que sea siempre de color de rosa. Detrás de cada influencer hay mucho trabajo y mucho estar aparentando, pero mucha de esa felicidad es forzada y fingida. Forma parte de su trabajo hacerlo. A nosotros nos apetecía contar esa parte, la forzada y fingida. Y, sobre todo, nos apetecía mucho hablar de los abusos machistas en la gente joven porque eso está pasando y no se está contando. Siempre pensamos en abusos físicos o psíquicos en la gente mayor y, sin embargo, después ves actitudes en chavales muy jóvenes que dejan mucho que desear. 

El racismo también es otro tema que se toca. De hecho, hay una escena en la que una chica de color comenta que siempre la confunden con una camarera o una prostituta, ¿no es un poco exagerado?

Pues fíjate que después hablas con chicas de color y te lo cuentan. Sobre todo, en ciertos ambientes. Evidentemente están rodeadas de sus amigos, que también son de color, y no pasa nada, claro. Siempre llama la atención una chica de color en un ambiente que no se espera y, claro, la gente lo primero que piensa es eso, que está trabajando de camarera o de prostituta. 

Me ha dado la impresión de que en esta temporada hay menos sexo explícito...

Nunca hemos incluido sexo muy explícito por mucho que nos digan (risas). Ha habido temporadas un poco más guarras que otras, es verdad, ¿por qué? Pues porque nos salieron así. No es premeditado. Las tramas nos lo van pidiendo y a veces, qué sé yo, estaremos mas jaraneros y nos apetece más, no lo sé. 

Un alumno con notas espectaculares, pero con sobrepeso, ¿sería admitido en el colegio Las Encinas?

Sería admitido en un colegio Las Encinas de la vida real (risas). En el nuestro, igual en la temporada veinte es probable (risas). Nos hacen mucho esa pregunta y nunca sé qué contestar porque la serie es verdad que retrata muchas diversidades y nunca ha tratado esa, pero porque no ha nacido así.

¿Cuál es su personaje favorito de Élite?

Me gustaba muchísimo el que interpretaba Arón Piper (Ander en la serie). Era de los que más se acercaba a la idea que Darío Madrona y yo teníamos cuando lo creamos. Da mucho gusto cuando ves que todo lo que está escrito luego lo ves reflejado y encarnado de esa manera. Nos ha pasado con varios. De todas formas, sería muy injusto decir solo uno porque, por ejemplo, también estoy encantado con Manu Ríos (Patrick en la serie) y con muchísima gente. Me da mucha rabia cuando el público dice que algunos actores no son buenos actuando. Creo que tenemos muy buenos actores en la serie y que lo que hacen no es nada fácil. Hemos cogido a gente muy carismática que transmiten muy bien.

¿Se puede considerar a Élite como una factoría de actores?

Creo que es una factoría de actores y también una factoría de estrellas. Todos los actores que han salido de Élite están teniendo muchísimo trabajo y muchísimo éxito, la verdad. Y además, se lo merecen.

¿Contento por haber firmado por una nueva temporada?

Claro que sí. Siempre digo que estar en una serie como Élite es un placer porque no siempre das con las teclas adecuadas para hacer un éxito mundial. Evidentemente da mucho trabajo, pero todas las series, hasta las que no tienen éxito, dan mucho trabajo. Entonces, que ese trabajo sea por una serie que la ve todo el mundo. 

¿Puede confirmar si en la temporada séptima se incorpora la actriz Maribel Verdú?

Exacto. Y estamos muy contentos. Lo que pasa es que de su personaje no me dejan contar nada. Solo te puedo decir que está encantada y que ha venido con muchas ganas de pasárselo bien, de disfrutar y de jugar al máximo.

¿Cuál es el secreto del éxito de Élite?

Ojalá lo supiera. Siempre digo que es un poco hacer trampas al solitario cuando das los motivos del éxito porque imagínate que en vez de un éxito hubiese sido un fracaso. También, te estaría dando los motivos por los que ha fracasado. Nunca sabes muy bien. Creo que al final es una mezcla de cosas. Un escritor decía que una novela tenía éxito cuando tus obsesiones, o sea, las obsesiones del escritor coincidían con las obsesiones del público y eso a veces pasa y otras veces no. Haber tenido un casting maravilloso en la primera temporada ayudó. De repente, contar ciertas historias, ese envoltorio que teníamos atractivo, entre lujos, sexo, drogas... también ayudó. Creo que toda su confluencia hizo que de repente funcionara. El momento para el éxito también es importante porque una misma historia en otro año no cala como cala en ese.

Para terminar, en cierta ocasión el actor Paco León afirmó que Élite es una mierda, ¿cómo se lo tomó?

Está en su derecho de opinar lo que le dé la gana. Lo único que nos sorprendió es que justo en la semana que estrenaba su película en Netflix se metiera con una serie de la misma plataforma. Creo que no fue ni consciente. Es verdad que lo dijo en un ambiente distendido, pero bueno, si él piensa eso qué le vamos a hacer.