La ilusión ha dado paso a la preocupación en el Martínez Valero, donde habita un equipo que cumple esta temporada cien años de historia con el objetivo de no pasar apuros para continuar en la Primera División. Después de finalizar la pasada campaña con cuatro puntos de margen respecto al descenso, los ilicitanos se las prometían muy felices en el arranque de un ejercicio que, sin embargo, ha comenzado de la peor manera posible para el Elche. Ni juego, ni resultados. Solo un empate han podido rascar los pupilos de Francisco Rodríguez en las cuatro primeras jornadas del campeonato, con lo que igualan la peor racha de resultados desde que el técnico almeriense se hizo cargo del equipo en noviembre del año pasado en detrimento de Fran Escribà.
Desde que el balón echara a rodar de manera oficial a mediados de agosto, el Elche ha perdido contra el Betis (3-0) y el Villarreal (4-0) a domicilio, mientras que en casa cedió también contra la Real Sociedad (0-1) y firmó las tablas ante el Almería (1-1). Esta racha de malos resultados es idéntica a la que atravesó el equipo ilicitano durante el mes de mayo de la pasada temporada, cuando también enlazó cuatro partidos sin ganar. En aquella ocasión, el Elche, que para entonces acariciaba ya la permanencia, empató en su estadio contra Osasuna (1-1) para perder acto seguido como visitante con el Cádiz (3-0), ceder después en el Martínez Valero ante el Atlético (0-2) y morder el polvo en Vigo ante el Celta (1-0).
El botín actual, cuatro meses después, se antoja más preocupante que entonces desde la óptica ilicitana y lejos de las expectativas generadas en un verano en el que la ilusión se disparó entre los aficionados gracias a la continuidad del delantero argentino Lucas Boyé, así como por las contrataciones de atacantes como Roger Martí y Álex Collado. Este último, talentoso extremo procedente del Barcelona en calidad de cedido, se ha erigido junto con el guardameta Edgar Badía en el futbolista más en forma del cuadro ilicitano en la recta inicial de un curso en el que el Elche no está siendo capaz de mostrarse sólido en defensa.
Con nueve goles en contra en cuatro partidos, una media de 2,25 tantos por choque, los de Francisco tampoco han podido ser punzantes en ataque hasta la fecha. El gol de Collado al Almería, no en vano, asoma como la única diana firmada por los ilicitanos en más de 360 minutos de juego. En tres de las cuatro jornadas ya disputadas se ha quedado sin ver portería el Elche, que ha probado sin éxito dos sistemas tácticos y todo tipo de combinaciones en la delantera sin conseguir el efecto deseado.
UNA PÉRDIDA SENSIBLE
En el cierre del mercado estival, sobre la bocina, los de Francisco sufrieron además una pérdida más que sensible. El lateral izquierdo colombiano Johan Mojica, clave en el ecosistema ilicitano, cambió de aires el último día del mercado para incorporarse al Villarreal, que llegó a un acuerdo con el Elche para cerrar el traspaso por 5,5 millones de euros, la cantidad que costaba la carta de libertad del jugador, por lo que el club castellonense evitó depositar en LaLiga la cláusula del futbolista.
El destino quiso, para más inri, que el Elche, ya sin el internacional colombiano, visitara tres días después al Villarreal, que no necesitó tirar de Mojica para imponerse con suma suficiencia. Este domingo, con el Athletic como rival en el Martínez Valero, apunta a que debutará como titular el central argentino Fede Fernández, una incorporación de última hora llamada a dotar de aplomo y experiencia a la defensa de un Elche en que figura en plena crisis en la temporada de su centenario.