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Cristina Blanco, AIDATU: "Ofrecer testimonios de esperanza es muy importante

En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la fundadora de la Asociación Vasca de Suicidiología resalta la importancia de cambiar la narrativa y derribar mitos
Cristina Blanco, fundadora de AIDATU en los estudios de ONDA VASCA

Hablar del suicidio era hace unos años un verdadero tabú, no sólo en el ámbito público o a través de los medios de comunicación sino también en el ámbito privado. Sin embargo, ahora todo ha cambiado y no sólo hablamos o informamos directamente de ello sino que además las instituciones han asumido que deben elaborar los planes necesarios para evitar que se produzcan más muertes por esta causa. 

Los datos hablan por sí solos. Durante el 2023, 141 personas se suicidaron en la CAV y 23 en Navarra, según los datos publicados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, y el Gobierno de Navarra. De ellas, la inmensa mayoría, un 74 %, son hombres, con una mayor incidencia entre los que tienen entre 40 y 60 años. El colectivo LGTBIQ+ es uno de los más vulnerables, y en especial, las personas transexuales. Aunque el número de suicidios descendió respecto a 2022, los muertes se han duplicado si se comparan con los datos de hace 40 años.

Las tentativas de suicidio también ha aumentado en los últimos años, y se calcula que por cada fallecimiento existen previamente una veintena de intentos.

Tenemos que entender que el suicidio sigue siendo la primera causa de muerte no natural en Euskadi. Así que parece evidente que era necesario actuar desde las instituciones pero falta aún mucho camino por andar como esta mañana hemos comprobado charlando con la fundadora de AIDATU, Asociación Vasca de Suicidiología, Cristina Blanco

Pasar de un tabú a una narrativa adecuada

AIDATU se fundó en 2017. La propia Cristina pudo comprobar personalmente cómo amigos y vecinos optaron por no hablarle de un familiar que había fallecido por suicidio optando por el silencio o incluso por cambiarle de tema. Algo muy duro ante lo que dio el paso de fundar AIDATU que significa "remontar el vuelo". Investigando comprobó que ni los propios profesionales en salud mental estudiaban el tema del suicidio en la carrera, una laguna que llama poderosamente la atención. 

"Cuando empezamos con AIDATU en 2017 era mencionar la palabra y automáticamente se generaba un silencio importante. Hoy en día no", reconoce. Sin embargo no se trata únicamente de hablar, matiza. "A veces se habla con un poco de ruido", lamenta. En este sentido mira directamente a los medios de comunicación. "Hay veces que los titulares son alarmistas y sensacionalistas y queda bastante camino. Los medios de comunicación podían cumplir una función espectacular en la prevención del suicidio. Si se comunica mal se puede generar efecto contagio pero si se hace bien el efecto puede ser el contrario", explica. Es el denominado "efecto Papageno" que es un personaje de "La flauta mágica" de Mozart y que nos demuestra que se puede generar esperanza en quienes están en dificultad.

Los medios pueden llegar a mucha gente, ofrecer testimonios de esperanza es muy importante

Cristina Blanco

"Los medios tienen un papel fundamental en la prevención del suicidio", insiste. "El lema de este año es cambiar la narrativa. Esto no significa hablar y hablar de cualquier manera. La buena voluntad no es suficiente. Hay que ver los efectos sobre los demás. Hablar bien y sobre todo cambiar esos mitos que atraviesan la idea del suicidio", destaca.

Los mitos en torno al suicidio

Uno de los principales mitos en torno a esta cuestión es "pensar en que cuando una persona habla de que tiene ese pensamiento, se le dice no digas tonterías, se le invalida, se le ningunea", señala e insiste en que no es así. 

Junto a esto destaca la importancia de diferenciar entre tener una idea suicida y la consumación de esa idea. "Es otro tema en el que hay mucho ruido", subraya. Y pone como ejemplo el suicidio en la juventud y adolescencia. "Se habla de un suicidio infanto-juvenil elevadísimo, generando alarma social importantísima cuando en realidad los datos indican que es muy menor en relación a otros grupos de edad", explica. 

"La idea de terminar con la vida está muy presente en la adolescencia pero de siempre porque es un período complicado y tienes que lidiar con emociones desbocadas y es fácil tener la idea de quitarse la vida", prosigue. "No lo minimizo pero los expertos deben identificar bien una ideación de que la vida es un asco que es propio de la adolescencia, de una idea firme de quitarse la vida", puntualiza. 

En este sentido destaca que hay que centrarse en el grupo de edad donde se registran realmente más suicidios y que es el de hombres de entre 40 y 60 años. "No se les menciona y son los que más cantidad de suicidios presentan", señala. Junto a esto destaca asimismo "la tasa enorme de suicidios entre población anciana, sobre todo en hombres. 49 por cada 100 mil varones de más de 80 años frente a la media de 8 por cada 100 mil", apunta. 

Más investigación cualitativa

Al margen de los datos, Cristina Blanco considera que falta mucha información e investigación. "Las estadísticas ofrecen poca información de los fallecidos. Sexo, edad, modo y residencia. No se ofrece más. Es difícil hablar de perfiles. Los expertos hablan de la necesidad de implantar la autopsia psicológica para saber las características vitales", reclama. 

"Nunca sabremos por qué murió esa persona pero sí podemos acercarnos a situaciones, factores de riesgo. Si una persona está muy mal económica, social, relacionalmente, tiene enfermedades pues hombre, acumulamos motivos. Pero estamos muy lejos de conocer las razones", explica.

De ahí que entienda que son necesarias nuevas medidas en esos planes que poco a poco van poniendo en marcha las diferentes instituciones. Euskadi tiene una estrategia desde 2019 y su vigencia acaba en 2024. "Me consta que se está revisando para elaborar una nueva con los puntos negros, logros y fortalezas y debilidades", señala. En su opinión "tiene amplio rango de mejora".

"Empezó muy bien porque incorporó la idea de que el suicidio no es solo una enfermedad mental y contó con la colaboración de agentes distintos al ámbito sanitario pero en algún momento se perdió este espíritu colaborativo", lamenta. 

Ayer mismo conocimos los planes ante el suicidio del Ministerio de Sanidad. A Cristina Blanco le gusta cómo suena si bien queda trabajo. "Me consta que hay un grupo motor con expertos que se está creando y me parece bien que cuenten con personas de otros ámbitos que no son el sanitario", señala. 

En cualquier caso, añade, "hay que tener verdadera voluntad. Todo no se puede hacer. Pero lo primero es voluntad clara de hacer algo. No podemos hablar de duelo por suicidio sin hablar con quienes han pasado por ello", pone como ejemplo. Y punta una de las principales lagunas que hay respecto a la formación. "La conducta suicida no está en los planes de estudio de psicología. Es una formación que cada persona adquiere por su cuenta", destaca. 

Junto a esto están las lagunas en la investigación. "Nos enredamos con cifras, porcentajes y tasas porque ofrece el mapa pero nos olvidamos el por qué. Es muy importante ese estudio cualitativo. Hay muchos estudios que son test que pueden ser instrumentos pero nos falta la comprensión", concluye. 

"Seamos luz"

En este Día Mundial para la Prevención del Suicidio, AIDATU ha puesto en marcha una campaña que consiste en iluminar edificios públicos o emblemáticos, entre ellos el Parlamento Vasco, San Mamés o la Pérgola de Bilbao.

"Buscamos hacer partícipe a la ciudadanía y que hagan una foto, la cuelguen en redes sociales #seamosluz. Además, el viernes 13, esta asociación ha organizado una jornada sobre medios audiovisuales y su potencialidad para la prevención del suicidio.

 

10/09/2024