Si hay un gran acontecimiento que lleve por excelencia el nombre de Cristina Pedroche, ese son Las Campanadas.
Un año más, la cuenta atrás para su gran día ha comenzado, y sus seguidores están expectantes por conocer más detalles sobre el vestuario que la colaboradora de ‘Zapeando’ lucirá la última noche del año.
La expectación por el look elegido por la presentadora es máxima año tras año y aunque aún quedan dos meses para el 31 de diciembre, no es mucho tiempo para preparar un vestido a la altura de las circunstancias que pueda sorprender a los espectadores una vez más, en la que será su novena vez al frente de la retransmisión, un honor que lleva ostentando desde 2014.
Sin embargo, contra todo pronóstico, esta vez las cosas no están saliendo tan bien como a ella le gustaría ni cómo las había planeado.
EL GRAN PROBLEMA DE CRISTINA PEDROCHE PARA LAS CAMPANADAS
Cristina Pedroche ha hablado de su organización para Las Campanadas de este año en el programa en el que colabora, ‘Zapeando’, y ha adelantado que aunque “ya sabéis que falta todavía bastante para fin de año. Yo ya voy mal”, admitía y puntualizaba que “la idea está, pero hay que organizar más cosas”.
La de Vallecas cuenta, como siempre, con Josie como estilista para esa noche tan especial y ha desvelado que este jueves se reunirían para hacer algunos avances importantes y preparativos para ese día: “Estamos mal. Josie está todo el rato en Barcelona y es complicado unir agendas, pero este jueves tenemos un huequito los dos”, anunciaba Pedroche.
Eso sí, de las palabras de la televisiva se puede deducir que, al menos, lo más importante lo tienen claro, una idea común de cómo quieren que sea el estilismo de este año: “Lo importante es que hay discurso. Una vez que hay eso, luego lo demás todo fluye”, pero reconoce que no está siendo nada fácil y ha revelado que aunque han recibido el ‘sí’ de algunos diseñadores, estos se han echado atrás poco después y rechazan el proyecto: “Lo que pedimos no es fácil, le pedimos a un diseñador que no diseñe lo que él quiere, sino lo que tengo yo en la cabeza y lo que Josie quiere ponerle de moda. Al principio dicen que sí, pero luego hay algunos que huyen”, explica Cristina, por lo que se entiende que a tan solo dos meses de la ‘cita’ ni siquiera ha encontrado aún un diseñador que esté dispuesto a vestirla este fin de año, lo que supone un gran problema especialmente de tiempo, puesto que un vestido de esas características implica un tiempo de confección bastante largo.