La margarita sigue deshojándose. Imanol se prepara para comunicar su decisión final sobre si renovará o no con la Real Sociedad al final de esta temporada. En el club parecen todavía no saber qué pasa por la cabeza del de Orio, que se mantiene firme en aplazar su veredicto hasta finales de abril o primeros del mes que viene. Sin embargo, el camino hasta este momento ha estado lleno de ambigüedades.
Cantos de sirena
En el mes de octubre comenzaban lo primeros cantos de sirena sobre la renovación de Imanol. Como de costumbre, el patrón ha ido firmando sus contratos por trienio y esta temporada acababa el último. Hasta esta ocasión el club había anunciado su prolongación en el mes de enero como muy tarde. En la previa del partido ante el Maccabbi Tel Aviv disputado en Belgrado a mediados de octubre habló Jokin Aperribay: "Todavía no nos hemos sentado a hablar, pero lo haremos pronto. Y él me ha dicho que quiere quedarse y nosotros queremos que se quede".
Los discursos de ambas partes siempre fueron concordantes y sin embargo antagónicos incomprensiblemente. Porque si dos personas se quieren, se quieren. Imanol ha verbalizado en todo momento su intención de seguir pero una barrera le impide firmar ese contrato, y nunca llega a reconocer cual es. Porque él puntualiza en todo momento sus ganas de continuar, acompañado en todo momento del gran pero de esta ecuación: "si así lo siento en ese momento".
Durante los siguientes dos meses el agua se calmó dejando un mensaje ambiguo. Por un lado, y como ejemplo está la rueda de prensa previa al Celta - Real Sociedad jugado en Vigo en el día de Santo Tomás. Dejó frases como la siguiente: "Hay tiempo, lo que tenga que venir vendrá". Por otro lado el de Orio mantenía su ilusión de seguir "muchos años más". Un mes después, tras el partido en Roma y antes de recibir al Getafe en plena ola de derrotas. aseguró "que quiere renovar pero no ser una carga para la Real".
Finales de abril
En ese momento la pelota ya estaba en el tejado de Imanol. Aperribay mantuvo en sus apariciones en televisión siempre la mano tendida. No fue hasta los prolegómenos del Real Sociedad - Midtjylland de Europa League cuando puso fecha a la decisión: "finales de abril o incluso principios de mayo". Esta es la última declaración en firme del míster, que en varias ruedas de prensa por su tono y calibre de mensajes ha dejado caer algunas veces que se queda y otra que se va. Pero siempre desde la barrera.
Y no acaba aquí porque en la previa del partido de la Real en Gran Canaria el presidente txuri-urdin apostilló la última novedad de este culebrón: "Ya veremos. Lo que sea, será, tenemos una magnífica relación con Imanol y las conversaciones son continuas". Otra vez en el alambre de uno de los secretos mejor llevados en los últimos tiempos.
Hasta aquí el análisis de lo visto en público. Ahora el punto está en saber si la Dirección Deportiva lo sabe. Y cuesta creer que de saberlo y ser una respuesta afirmativa no se haya comunicado a la familia realista, necesitada de certezas y no de más incertidumbre. Un sin fin de "puedes" y "quizás" que como conclusión dejan a la Real sin saber a 3 meses de empezar la nueva campaña quién va a ser el entrenador la temporada que viene.