Una de las miradas más espectaculares de Tolosa y de la comarca de Tolosaldea. Hoy la descubrimos en la ruta que nos lleva a la Cruz de Uzturre, monte por excelencia de los tolosarras. No subiremos por la ruta tradicional sino por otra menos frecuentada pero llena de agradables sorpresas
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 8,26 km
· Desnivel positivo: 590+
· Duración: corriendo 1:35h / Caminar - correr: 2:15h / Senderismo 3:00h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Donostia salimos por la parte sur para tomar la GI-20. Salimos en la 13 donde accedemos a la N-1, por la cual vamos hasta dejarla en la salida 436. Sin entrar en Tolosa pasamos por debajo de la N-1 a nuestra izquierda y llegamos al barrio de santa Lucia.
· Desde Bilbao, salimos dirección Donostia por la AP-8 hasta la salida 13 donde seguimos las indicaciones anteriores.
· Desde Vitoria, saliendo por la parte este accedemos a la N-104. Pasado Argomaniz nos incorporamos a la N-1 la cual abandonamos en la salida 436, accediendo directamente al barrio de Santa Lucia.
· Desde Pamplona, por la A-15 y la A-10 llegamos a Alsasua donde cogemos la N-1 sentido Donostia. Seguimos hasta nuestro destino en la salida 436.
DESCRIPCIÓN
Tolosa, esta preciosa población guipuzcoana, tiene mucho que ofrecer además de los famosísimos carnavales y de su gastronomía, donde destacan las alubias y varios lugares donde degustar carne de primera en forma de chuletón. Posee un casco histórico donde perderse por sus alargadas calles y, cómo no, Tolosa también es un lugar ideal donde pasar unos días gracias a su paisaje. En una de esas salidas bien podemos realizar la excursión que hoy proponemos. Parte del barrio de Santa Lucía y consiste en una ruta circular con la subida hasta la cruz de Uzturre, con posterior regreso hasta la localidad de la comarca de Tolosaldea.
Una vez dejado nuestro coche en uno de los dos amplios parkings que se encuentran nada mas entrar en el barrio de Santa Lucía, si tenemos la suerte de poder disfrutar de un día despejado, al mirar hacia arriba en dirección a la montaña vemos perfectamente nuestro lugar de destino. Con un tono blanquecino en lo alto de la peña se encuentra imponente la cruz de Uzturre.
Iniciamos travesía por un camino asfaltado en primer lugar, que da servicio a varios caseríos situados a las faldas de la montaña. Justo tras pasar un puente de piedra, donde se halla un pequeño salto de agua, encontramos una de las varias fuentes que existen a lo largo de la subida. Aquí cambiamos nuestro líquido de los bidones por una fresquísima agua bajada del monte.
CONSEJOS
Hidratación. Es una ruta corta en distancia y tenemos varias fuentes en el camino, pero cuidado los días de mucho calor por ser ruta muy abierta.
Calzado. Salvo en época de lluvia en las zonas boscosas, no es frecuente la presencia de mucho barro, así que calzado cómodo será lo recomendable.
Dificultad. Excepto el desnivel traducido en alguna rampa dura, no presenta dificultad. Ruta idónea para ir con los más pequeños por las vistas y la distancia.
El terreno cambia e iniciamos andanza por una cómoda pista de tierra compacta que deja rápidamente esa aparente sencillez para encarar las primeras rampas duras.
Las pozas
Tras dejar atrás un panel informativo de la flora y fauna de la zona llega el primer descubrimiento. No es otro que un cartel de reza Las pozas y un sendero que se sale del camino principal y nos lleva a los baños de Uzturre. En 2014, técnicos de Ayuntamiento, trabajando con un plano del año 1966 del terreno de la zona, vieron que se indicaba que en esta parcela existieron unos baños a 500 metros del edificio del viejo hospital Misericordia. No los encontraron y fue en 2016 cuando el grupo de espeleología de Amarozko Mendi Elkartea, acostumbrado a acceder a lugares de difícil acceso, se pusieron en marcha, y enseguida encontraron los baños, además de las piedras donde se formaba el pozo del baño y una cascada. Estos baños eran los usados por los residentes del antiguo hospital para tratar sus enfermedades.
Ya de vuelta al camino principal, en apenas unos minutos damos con las citadas ruinas del hospital de la Misericordia. A principios del siglo XIX, en este complejo hospitalario se atendía a los enfermos por tuberculosis. Era aquí donde los pacientes respiraban aire puro alejado de la villa, sin riesgo a un posible contagio. Posteriormente se reconvirtió en la casa San Ignazio, una cantina donde durante años los montañeros usaron como zona de descanso. Paraban en el caserío, bebían y retomaban su camino.
Más fuentes y multitud de lugares donde observar el valle con Tolosa como núcleo urbano, así como un recorrido acondicionado por sus muros, es lo que podemos esperar ahora de este lugar. Seguimos y tras otro duro repecho llegamos a las ruinas del antiguo telégrafo de la línea Madrid-Irún. Aquí esta una de las 52 torres de las que constaba y que permitían que un mensaje entre ambos lugares llegara en apenas dos horas.
Hacia la cima
Afrontamos lo más duro, sí, lo más duro de la subida, por tres terrenos bien diferenciados: una primera parte abierta, expuesta al sol, lluvia y viento; una segunda por un precioso bosque, algo más llana; y la última por una durísima rampa llena de raíces pero espectacular de transitar al cobijo de los árboles. Superado esto llegamos a la esperadísima y espectacular Cruz de Uzturre, que data de 1927.
No es el punto más alto, ya que la cima de Uzturre (730m) esta un poco mas al este, pero sin duda es el mejor balcón donde, miremos donde miremos, las vistas nos dejan asombrados. Hernio, Igeldo, el mar, Aralar con el siempre precioso Txindoki, así como múltiples núcleos urbanos, prados verdes, caseríos en las laderas de las montañas... Vamos, todo un regalo para nuestra vista.
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Hemos descansado con este mirador impresionante cuando llega la hora de descender. Para ello seguimos la marcada senda que pasa por medio de una vaquería. Es el momento de poder llegar hasta la cima y buzones de Uzturre. Coronaremos, pero aquí las vistas no serán tan abiertas. El descenso, ahora ya sí hasta Tolosa, es una pista ancha, en algún tramo hormigonada, dada su pendiente, con un par de bonitas sorpresas. Mientras vamos serpenteando por las laderas de Uzturre, al cobijo de los árboles, justo en una curva, asoma un pequeño refugio con una de sus paredes abiertas. Lo que vemos por esa ventana, como si de un cuadro se tratase, es Aralar con Txindoki en su parte mas derecha.
Y ya en los últimos metros, mientras el camino sigue trazando eses en nuestro descender, aparece la ermita de Nuestra Señora de Izaskun. El santuario es de estilo medieval y conserva en la entrada un arco en punta. Hay que destacar que fue motivo de disputa cuando Ibarra se desligó definitivamente de Tolosa en 1802. Últimos metros hasta el lugar de salida, donde de nuevo en lo alto se alza la cruz de Uzturre. Se dice que este monte es afortunado, ya que los Tolosarras le dedican por lo menos la mirada una vez al día. Hoy hemos hecho algo más que solamente mirar.
Planes alternativos:
Recorrer y conocer Tolosa: Tolosa, antigua capital de Gipuzkoa, nos anima a ver y disfrutar de todos y cada uno de sus atractivos. Esta antigua villa fue un punto estratégico en la ruta entre el Reino de Navarra, el Reino de Castilla y Francia. Es Archivo General de Gipuzkoa, que se encarga de la recogida, conservación y difusión del patrimonio documental del Territorio Histórico de Gipuzkoa. La plaza de Euskal Herria, uno de los primeros ensanches de Tolosa, alberga el museo Topic. Gracias a sus dimensiones (50m. x 50m.) esta plaza acoge todos los sábados el mercado de comerciantes foráneos. También hay que contemplar el Ayuntamiento de estilo barroco, con fachada de ladrillo y balcón de hierro forjado, construido en 1672; la Iglesia de Santa María, construida sobre las cenizas de la iglesia que se derrumbó en el incendio del año 1503, y en cuyo interior se encuentra la imagen de San Juan Bautista, patrón de la villa; la plaza Berria construida en el siglo XVIII en el interior del casco histórico; y la Berdura plaza, conocida como Plaza Cristales, uno de los espacios más visitados. Por último, el Mercado del Tinglado, también conocido como Zerkausia, que cuenta todos los sábados con los mejores productos de los caseríos de la zona. En el suelo se ven los restos de la antigua muralla que protegía Tolosa en la Edad Media.
Museo del chocolate: apartado especial merece este espectacular museo. Aquí Rafa Gorrotxategi, tercera generación de la familia Gorrotxategi, nos muestra un recorrido por la evolución histórica de la elaboración del chocolate. Una historia que cuenta con más de cinco siglos de vida. Tiene varios rincones: la Cerería, el de Metates, otro con Morteros, uno con Tostadores, y el obrador, reacondicionado de Juan Ignacio Garmendia, uno de los primeros obradores eléctricos que hubo en el País Vasco. La visita finaliza con el visionado del documental Txokolatea en un espacio anexo al museo donde se imparten talleres, catas y degustaciones de chocolate. Mas info en https://rafagorrotxategi.eus/museum/