Un hombre ha aceptado hoy cuatro años y medio de prisión por secuestrar durante horas a un mosso d'esquadra, tras tenderle una trampa a través de una aplicación de citas para poder acceder a su casa, donde descubrió que era policía al ver su uniforme en un armario.
En la vista celebrada este jueves en la Audiencia de Barcelona, el procesado ha admitido los hechos y ha aceptado una condena por los delitos de detención ilegal y robo con violencia e intimidación, por los que la Fiscalía pedía inicialmente hasta siete años de prisión.
En virtud del acuerdo de conformidad entre las partes, el acusado ha aceptado una pena de cuatro años y medio de cárcel y el pago de una multa de 6.500 euros.
Se citaron en casa de la víctima
Según el relato de Fiscalía que el acusado ha aceptado íntegramente, los hechos ocurrieron en enero de 2020 en Gavà (Barcelona), cuando la víctima, un agente de los Mossos d'Esquadra, se citó con el acusado a través de la aplicación Grindr.
El acusado llegó al domicilio del policía con otros tres individuos y accedieron al interior de la vivienda cuando el acusado abrió la puerta. Le inmovilizaron en el sofá y le quitaron las llaves de casa y del coche, la cartera y el mando el garaje.
Procedieron a registrar la vivienda en busca de elementos de valor y en un armario encontraron el uniforme de Mossos d'Esquadra de la víctima, lo que desencadenó, según la Fiscalía, una retahíla de expresiones intimidatorias y vejatorias con desprecio a su profesión y orientación sexual.
Los asaltantes sustrajeron del domicilio objetos valorados en 2.547 euros, entre los que había ropa y un teléfono móvil, pero también material de trabajo de la víctima, como un chaleco antibalas y un arnés profesional de estabilización de cámaras.
Después de descubrir el empleo de la víctima, los asaltantes le ataron a una silla y amenazaron con matarlo con un cuchillo de cocina.
Según el ministerio público, la víctima estuvo retenida contra su voluntad alrededor de cuatro horas, mientras los atacantes le amenazaban y le pegaban puñetazos.
Asimismo, el acusado y sus acompañantes obligaron al agente de mossos a desbloquear el teléfono móvil y realizar una serie de transferencias bancarias a sus cuentas que ascendieron a 33.580 euros.
El acusado ha reconocido que era uno de los cuatro asaltantes, y ya estuvo en prisión provisional durante cuatro meses por estos hechos.
De los otros tres asaltantes, uno era menor de edad, con lo que su caso se derivó a la jurisdicción de menores, otro no ha podido ser identificado y otro falleció en el transcurso del procedimiento judicial.
Por los delitos que ha reconocido el acusado de detención ilegal y robo con violencia e intimidación con uso de arma en casa habitada, la Fiscalía pedía inicialmente siete años de prisión y una responsabilidad civil total de 39.530 euros.