¿Comer bien y saludable en verano? El calor, las vacaciones o el tiempo que pasamos fuera de casa en esta época pueden hacer que disminuyan nuestro apetito y nuestras ganas de cocinar. Pero, aunque comamos diferente, debemos alimentarnos bien. En Onda Vasca con Txema Gutiérrez hemos hablado con Aitor Sánchez, el dietista-nutricionista que está detrás de midietacojea y que utiliza las redes para desmontar mitos y dar recomendaciones para una alimentación saludable. Como gran consejo, que tengamos "alimentos saludables a nuestro alrededor" y que nos lo pongamos "fácil".
Verduras siempre, sin importar la estación
Las verduras no pueden faltar en nuestra dieta en cualquier estación. En verano podemos optar por sopas frías, gazpachos... Todo tipo de preparaciones de cuchara fría. La verdura también funciona muy bien en ensaladas de legumbres, y las ensaladas de fruta son también una opción muy recurrida.
Batidos mejor que zumos
En lugar de comprarlos ya hechos, podemos congelar nuestra propia fruta y hacernos el batido en casa. De esta manera, nos refrescamos sin recurrir a bebidas azucaradas o alcohólicas y, además, el producto mantiene la fibra y la pulpa. Si hacemos un zumo, al licuar la fruta, la fibra se pierde y, con ella, sus propiedades.
El helado no es digestivo
No sólo no lo es, sino que suelen ser productos bastante grasos y con una importante cantidad de azúcar añadido. Por eso, el mejor consejo es no tenerlos en casa, para evitar comerlos con regularidad. No pasa nada si estamos dando un paseo con la familia o los amigos y, de forma eventual, nos tomamos uno.
Si lo tienes, te lo vas a comer antes o después
Todo nos entra por los ojos y, por eso, el mejor consejo es el de almacenar en casa alimentos saludables y huir de 'snacks' y productos azucarados, que parecen muy apetecibles a la vista pero no aportan beneficios a nuestra salud. Un buen consejo puede ser guardar fruta cortada en el frigorífico, que podamos picotear en cualquier momento. De igual manera, podemos hacernos un café o té helado sin azúcar y guardarlo en el frigorífico para cuando nos apetezca refrescarnos.