Una de las quejas más habituales de los usuarios de teléfonos móviles es que las baterías de estos dispositivos van durando menos a medida que pasa el tiempo. Esto suele ser ciertos, pero la causa no está tanto en la propia batería sino en el trato que se le dé.
Un mal uso del teléfono puede llevar a acortar, no solo el tiempo que dura una carga, sino también comprometer el funcionamiento de la batería. Quizá dejarlo cargando toda la noche no sea una buena idea, aunque así nos aseguremos tener la batería cargada al día siguiente. Que el smartphone esté muy caliente tras un intenso juego puede ser señal de que quizá tendríamos que haber descansado un poco de vez en cuando.
Con estos consejos quizá podamos alargar la vida de la batería y de nuestro móvil.
Evitar que el móvil tenga menos del 20% de carga o que esté al 100%
Hay que tratar de evitar la carga y la descarga completas de la batería por sistema. La recomendación es ponerlo a cargar varias veces al día sin dejar que se agote la batería, lo aconsejable es que no baje del 20% de carga, y sin dejar que llegue a la carga completa.
La razón es sencilla, pasar ambos extremos implica forzar la batería. Así, cuanto más baja es la carga de la batería más difícil le resulta arrancar el retorno de los electrones y se genera más calor. En el otro extremo, con más de 80% de carga, lo que ocurre es que se fuerzan y se degradan las celdas de iones de la batería.
Si alguna de estas dos circunstancias se dan ocasionalmente, no pasa nada, pero no debe ser algo habitual. Muy de vez en cuando sí se recomienda dejar la batería a 0% y cargarla hasta el 100% para sincronizar el indicador de batería del sistema operativo. .
Tratar de que la batería no se recaliente
La temperatura óptima de funcionamiento de las baterías de un teléfono móvil es de 32ºC. Por encima de ella la batería empieza a degradarse y tanto su rendimiento como su vida útil disminuyen. es normal que empiece a degradarse más de la cuenta.
Algunas aplicaciones exigen un mayor esfuerzo a la batería, como pueden ser los juegos, y se calientan demasiado, por lo que conviene hacer pausas de vez en cuando. En otras ocasiones puede ocurrir que mientras está en uso hay alguna fuente de calor cercana, desde el sol directo hasta el propio cuerpo humano, que caliente el aparato y por tanto la batería. Llevar el dispositivo a un sitio más fresco o más ventilado es la solución. Una funda de batería excesivamente gruesa complica también la ventilación
Hay que tener el mismo cuidado con las bajas temperaturas, que también hacen sufrir a la batería. Los experto recomiendan que el móvil se mantenga en una temperatura ambiente de entre 16 y 22º, pero esto es algo complicado de cumplir siempre, así que habrá que ir tomando las medidas que se pueda.
Si el móvil está en carga, no usarlo
Cada vez que se carga, la batería se calienta, por lo que añadirle el esfuerzo de abrir una aplicación o hacer una llamada puede recalentarlo más todavía. Y dado que ya hemos dejado claro que no hace falta cargarlo al máximo, nos podemos dar el lujo de tener un poco de paciencia.
En el momento de la compra avisan que la primera carga es la más importante y que no se use. Pues bien, esto es aplicable a todas la cargas. Llenar y vaciar a la vez puede suponer también un esfuerzo extra y la carga tardará más.
También puede haber otro problema añadido. La conexión entre el teléfono y el cable va muy ajustada para que sea eficaz. Si se menea mucho el móvil mientras está enganchado esta fijación puede coger holgura y restar eficacia. Esto sin pensar en el aso extremo de que el dispositivo se caiga y la conexión se rompa.
Cargar el móvil solo con el cable y el cargador originales
Cada terminal móvil viene con un cargador y un cable específico y concreto. Esto es porque funcionan de la manera más eficiente con un determinado amperaje y voltaje. Usar un cable o un cargador de características distintas a las especificadas el fabricante puede hacer que la vida útil de la batería se resienta a no recibir la carga adecuada y forzar la batería.
Por este mismo motivo hay que tener cuidado cuando se carga el móvil a través del ordenador. En este caso entre las entradas USB hay más oscilaciones de corriente, lo que causa un mayor calentamiento que si se conecta a una toma de corriente por medio del cargador, que mantiene la corriente más estable.
Algo parecido puede decirse de la carga inalámbrica. Es una opción muy útil para un caso de necesidad, pero es menos eficiente y su aprovechamiento energético es menor, algo que, si se usa de forma regular, puede acortar la vida útil de la batería.