Un total de 1.037 conductores vascos dieron positivo por drogas en las 2.608 pruebas practicadas por la Ertzaintza durante el primer semestre del año, lo que supone una tasa de positividad del 39,7%. Este alto porcentaje se debe a que estos test se practican solo a conductores que previamente han dado positivo en la prueba de alcoholemia o a los que presentan síntomas evidentes de estar bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.
Según datos del Departamento vasco de Seguridad la tasa más alta de positivos en drogas (90,6%) se dio entre los conductores que habían sido sorprendidos cometiendo una infracción de tráfico. De 437 test realizados a estos infractores, 396 dieron positivo en drogas y 40 negativo.
La segunda tasa más alta de positivos (29,5%) se dio en los test de drogas preventivos llevados a cabo por la Policía autonómica. En total se examinó a 2.009 conductores, de los cuales 1.412 dieron un resultado negativo, 594 positivo, uno se negó a hacer la prueba y a otros dos fue imposible realizarles el test.
Por último, las pruebas practicadas a conductores que habían sufrido un accidente de tráfico arrojaron un índice de positividad del 29%. Por este motivo se hicieron 162 test, de los cuales 108 fueron negativos, 47 positivos y siete conductores se negaron a hacerse la prueba.
Comparados con los datos del primer semestre del pasado año, en 2023 ha caído ligeramente el índice de positividad en drogas, que en el periodo enero-junio de 2022 era del 40,1%, tras practicarse 2.205 pruebas, con un resultado positivo en 885 de ellas.