Secretaria general de la menguante a ojos vista formación morada: Después del trompazo en Galicia, donde hasta el Pacma les dio sopas con honda, sus huestes han recibido el tantarantán inmisericorde del electorado vasco. Sus 11 escaños de 2016 se convirtieron en 6 en 2020 y en cero patatero anteayer. Es difícil encontrar un ejemplo similar de dilapidación del respaldo popular. Sin embargo, es muy fácil hacerse una composición de lugar de los motivos que los han llevado de ser una fuerza ilusionante a una decepción sin paliativos. No es que lo hayan hecho mal, sino rematadamente mal. Nadie lo personifica mejor que su dos veces candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi, una nulidad política sin parangón. Pero, según ha vomitado en las redes, la culpa es de los vascos, que no saben votar. Pues vale.
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