Cuatro mossos, uno de ellos un cabo en excedencia, y tres personas más han sido detenidos en Tarragona en el marco una operación contra una empresa que vendía material incautado en cultivos de marihuana y falsificaba para ello las actas de destrucción.
Fuentes de los Mossos han precisado a EFE de los cuatro mossos arrestados, uno es un cabo en excedencia que hacía las funciones de apoderado de la empresa investigada.
Los otros tres detenidos son mossos en activo en Tarragona y fueron arrestados el pasado 30 de noviembre tras una investigación de la División de Asuntos Internos (DAI), acusados de los delitos de malversación y falsificación de documento oficial.
Según han informado los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional en un comunicado, el resto de los detenidos ayer son un trabajador y dos empresarios del sector de la recuperación de metales de Tarragona y Viladecans (Barcelona).
Los cuatro están investigados por los delitos de malversación y contra la salud pública. Los agentes llevaron a cabo cuatro entradas y registros en naves industriales de un polígono de Tarragona y en un domicilio situado en Cunit (Tarragona).
Uno de los empresarios habría intentado vender un cargamento de marihuana en depósito por las fuerzas de seguridad para que lo destruyera y para que, después, les hiciera llegar el acta de destrucción, pero en vez de eso intentó procesar la marihuana para venderla.
No lo logró sin embargo vender esta marihuana, con la que habría obtenido un beneficio de unos 200.000 euros en el mercado ilegal. Su empresa era muy usada por las fuerzas de seguridad para desmontar plantaciones ilegales de marihuana y, durante la investigación, se ha hallado abundante material intervenido que, en teoría, debía guardar en las naves como depósito judicial hasta que el juez autorizara su destrucción.
En la práctica, este material se vendía, con las correspondientes falsificaciones de las actas de destrucción, y volvía a ser usado, muchas veces, en otras plantaciones de marihuana.
En la operación se han intervenido más de 400 aparatos de aire acondicionado, 850 paneles de luces halógenas, 130 paneles de luces led, y más de 3.200 balastros sin foco, material que se sospecha acopiaron en las plantaciones ilegales de marihuana que la empresa desmantelaba por orden de la policía y que debería haber destruido.
Este tipo de material, según las policías que han participado en la operación, la empresa lo vendía y distribuía a terceras personas y, en muchos casos, volvían a formar parte de nuevas plantaciones de marihuana en todo el territorio.
Los investigadores han comprobado que la empresa recogía, transportaba y almacenaba siempre los aparatos con mucho cuidado para evitar daños que impidieran su posterior distribución.
La empresa, además, contaba con una nave específica, separada del resto y sin logotipos de la empresa, donde el responsable almacenaba este material y donde se hacían las ventas de manera privada.
Los tres mossos en activo detenidos el pasado 30 de noviembre están acusados de los delitos de malversación y falsificación de documento oficial, pues se habrían quedado dinero procedente de una intervención policial en la que habían participado y que deberían haber entregado a la autoridad judicial.
Uno de ellos, además, habría extraído información de las bases de datos policiales y también proporcionaría información policial contra el tráfico de drogas a individuos relacionados con el crimen organizado, lo que perjudicó varias investigaciones en curso.
La investigación la han llevado conjuntamente agentes de la división de asuntos internos de los Mossos y el Cuerpo Nacional de Policía (CNP).