LA todopoderosa voz de la soprano Olatz Saitua Iribar, la elegante, brava y profunda pluma de la escritora Espido Freire, el agua bendita con la que la sensibilidad de la pintora Elena Ciordia logra la alquimia para sus acuarelas y el dale que te pego empresarial de Amaia Asegiunolaza, capitana del Grupo Iruña, fueron los trazos necesarios para cuadrar el cuatro en raya de la tarde de ayer. Fueron cuatro mujeres de talento que pidieron la palabra en la mesa redonda de cierre de las III Jornadas Las mujeres en Bizkaia, un ciclo organizado por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. La mesa, última de un mes de febrero sin respiro, la presentó y moderó la historiadora y miembro de la Junta Rectora de la RSBAP, Begoña Cava (a lo largo del mes ha alternado tarea con la catedrática Ana Rallo en esos menesteres...) y estuvo, como les dije, cargada de conocimientos y habilidades, dos rasgos que, sumados, dan de sí el talento. Todo sucedió en el salón de actos de las Juntas Generales de Bizkaia, institución que preside Ana Otadui y que ha colaborado en esta batería de charlas.
La presentación de la última mesa a cargo de Begoña Cava tuvo el barniz de la historia, como era lógico esperar si se juzgan los saberes de Begoña. Habló de los caballeros y damas del siglo XVIII; del papel jugado por las mujeres a lo largo de los años y de las virtudes de las ponentes, entremezcladas con las circunstacias de la realidad que les rodea. Como colofón a la mesa de ayer y a las jornadas del mes, tomó la voz la soprano Olatz Saitua para cantar tres canciones populares vascas –Kantari euskalduna-Gitar zahartxo bat, obra de Iparragirre; Ara nun diran, del mismo autor, y Madalen Buzturingo, una canción popular en versión libre–, acompañada para la ocasión por la guitarra de Eugenio Tobalina. Fue muy hermoso.
Esta última jornada se abrió con Amaia Aseguinolaza, empresaria y consejera ejecutiva en el Grupo Iruña, quien analizó la situación de las mujeres en el liderazgo empresarial de Bizkaia. La propietaria y directiva de esta empresa familiar de segunda generación, compartió su experiencia desde una perspectiva profesional y personal. La invisibilidad de las mujeres en el arte fue el tema que trató Elena Ciordia, licenciada en Bellas Artes por la UPV/EHU y pintora, que detalló su experiencia personal y mostró el contraste entre los conocimientos adquiridos en su educación y la realidad con la que se ha encontrado en su investigación sobre mujeres vascas.
Por su parte, la escritora Espido Freire, como hija de emigrantes gallegos nacida en Bizkaia que es, habló de lo que supone crecer a caballo entre dos culturas y la manera que eso ha afectado a su percepción de la mujer. Por último, Olatz Saitua, soprano, profesora de Canto del Conservatorio J. C. Arriaga y Musikene y licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, explicó los diferentes aspectos de la vida de una cantante freelance que interfieren en la faceta de madre.
Fue, ya digo, una cita de peso a la que asistieron, además de las personas ya citadas, la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa; el subdelegado del Gobierno, Vicente Reyes, Maite Lozano, María Jesús Cava, Emilia Coca, Esperanza Pardo, Ellen Dulau, Manuela Álvarez, Libe Zalbidea, integrante de la RSBAP, Itziar Martin, Miren Onandia, Milagros Esteremo, la historiadora Laura del Rey (estaba asombrada porque ayer mismo Bilbao ofrecía dos conferencias taurinas: la del Club Cocherito que preside Sabino Gutiérrez y que trajo al torero mexicano Isaac Fonseca, junto al ganadero de Flor de jara, Carlos Aragón, y el Exmo. Club Taurino, que trajo a David Casas, responsable de narraciones de One Toro, la plataforma de streaming que va retransmitir las principales ferias...), Josune Cámara, Mari Carmen Rivas, Siria Aranduy, Luis Gil y Hugo Martínez entre otros.