Vida y estilo

Cuatro señales de alarma para detectar un ictus

Los ictus afectan a unas 120.000 personas cada año solo en España, según las últimas cifras de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física. Los especialistas recuerdan que hasta un 90% de los ictus se pueden evitar con un estilo de vida y uno
Hipertensión, colesterol alto, obesidad, sedentarismo, tabaquismo y alcohol pueden ser desencadentantes de un ictus. / F.P.

El ictus, conocido también como Accidente Cerebrovascular (ACV), es un trastorno de aparición repentina y grave que afecta a la circulación sanguínea del cerebro ya sea por oclusión arterial (85% de los casos) o por hemorragia (15%).

El ictus afecta, cada año, a unas 120.000 personas solo en el Estado. Es la segunda causa de muerte en nuestro entorno y la primera entre las mujeres. Además, incluso en los casos en los que no resulta mortal, afecta gravemente a las condiciones de vida de quienes lo sufren y, en muchos casos, provoca discapacidad, también en mayor medida en las mujeres. Actualmente, cerca de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un ictus.

Entre las causas más habituales del ictus se encuentran algunas compartidas con otras enfermedades cardiovasculares, relacionadas con un estilo de vida poco saludable. “Los desencadenantes más frecuentes están vinculados a hipertensión, colesterol alto, obesidad, sedentarismo, tabaquismo o consumo habitual de drogas y alcohol”, explica Julio Maset, experto médico de Cinfa. Además, el ritmo vital actual, “marcado por situaciones de estrés y con altas cargas laborales, también está relacionado con una mayor propensión a sufrir ictus”.

Sin embargo, esto implica también “una buena noticia, y es que la prevención del ictus depende, en gran parte, de nosotros mismos y de nuestro estilo de vida, ya que se estima que hasta un 90% de los ictus se pueden evitar siguiendo una serie de hábitos más saludables”, indica Maset. Además, el daño cerebral depende del tiempo que dura ese trastorno, por tanto, contando además con nuevas medidas terapéuticas, es clave saber identificar los síntomas para acudir cuanto antes al hospital. La rapidez mejora significativamente el pronóstico.

Claves para detectarlo

1 Come de forma sana y equilibrada. Apuesta por una dieta rica y variada en verduras, proteínas e hidratos de carbono, sin olvidar la fruta.

2 Controla tu peso. Puedes utilizar el índice de masa muscular (IMC) como medida de orientación: deberías encontrarte entre los valores 18,5 y 24,9 de este índice.

3 Realiza ejercicio regular. Y adaptado a tus capacidades. Camina, al menos, 30 minutos diarios y elige usar más las escaleras y menos los ascensores.

4 Duerme, al menos, ocho horas diarias. Aumentarás la calidad de tu descanso y mantendrás el sistema cardiovascular en condiciones óptimas.

5 Vigila tu tensión arterial y niveles de colesterol. Un control regular de tu salud te ayudará a reducir el riesgo de aparición de enfermedades y a adoptar medidas en caso de necesitarlo.

6 Evita el estrés. Utiliza el descanso y el pensamiento positivo como armas contra el estrés.

7 Deja de fumar y evita el consumo de alcohol. Una vida sana te ayudará a prevenir los accidentes cerebrovasculares.

8 Mantén activo tu cerebro. Aprende sobre nuevas materias, debate con quien piense diferente a ti, lee mucho, innova en las tareas cotidianas… Cualquier pequeño desafío mantendrá activo a tu cerebro y lo hará más resistente al paso de los años.

9 Conoce las señales de alarma de un ictus. Existen tres síntomas que se manifiestan de forma repentina y que nos alertan de que alguien está sufriendo un infarto cerebral. Aunque se suelen presentar combinaciones de estos síntomas, basta con uno solo para sospechar de que se trata de un ictus:

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  • Pérdida de fuerza o de sensibilidad en una parte del cuerpo (generalmente en una mitad): la persona es incapaz de levantar los brazos o sostener un objeto con el brazo de la mitad débil de su cuerpo. Es habitual la “boca torcida” que impide sonreír con normalidad o causa caída de un lado de la boca.
  • Alteración repentina de la visión: pérdida de la visión de un ojo, visión doble o incapacidad para ver objetos situados en los laterales del campo visual
  • Dificultad, de aparición brusca, para hablar o para entender: se expresa de forma ininteligible, inconexa o utilizando palabras que no encajan en ese contexto.
  • Otros síntomas que pueden dar la voz de alerta pueden ser la sensación de vértigo o desequilibrio, que puede llevar al afectado a caerse, o un dolor de cabeza muy intenso que se inicia bruscamente, y un hormigueo en un lado del cuerpo: un lado de la cara, un brazo o una pierna.

10 Llamar inmediatamente a Emergencias. Ante estas señales, es fundamental intervenir con rapidez y llamar al número 112, incluso en caso de duda, y describir con precisión estos signos para que el servicio de urgencias active el protocolo existente para casos de ictus.

11/02/2025