Los alumnos vascos de 2º de Bachillerato se enfrentarán entre el 7 y el 9 de junio a la última prueba de acceso a la universidad en su formato habitual, ya que a partir del 2024 incorporará progresivamente los cambios previstos para ajustarse al currículo mucho más competencial que establece la Lomloe. Antes comenzará la prueba para los navarros que realizarán las pruebas de acceso a la universidad desde el el 6 al 8 de junio.
En la totalidad del Estado, unos 250.000 alumnos de 2º de Bachillerato se examinarán desde este lunes de la prueba de acceso a la Universidad, la última "tradicional" antes de implantarse el nuevo modelo de la reforma educativa de 2021 (Lomloe) y que supone un importante giro en el modo de aprender y, por tanto, de demostrar los conocimientos.
La prueba supone el 40 % de la nota para el acceso a la universidad y la media de Bachillerato representa el 60 % restante.
Esta convocatoria de 2023 será la última en la que se mantiene el formato de los tres últimos cursos, condicionados por la covid y la clausura de los centros educativos, por lo que da más facilidades al alumnado dado que puede elegir entre distintas opciones de preguntas.
La aprobación en 2021 de la Lomloe o más conocida Ley Celaá obliga a una enseñanza mucho más competencial, lo que implica más reflexión y pensamiento crítico y menos tirar de memoria. Una de las consecuencias es que el examen para entrar a la Universidad también tiene que alinearse con el nuevo tipo de enseñanza y aprendizaje.
De forma escalonada, la Ley Celaá obliga a introducir los cambios competenciales en la Ebau por primera vez en 2024 hasta su plena implementación en 2028.
Paralización por la elecciones
Este 1 de junio, Educación anunció que paralizaba, pero no aplazaba, la aprobación del futuro real decreto de la nueva prueba de acceso al argumentar que es más responsable dejarlo en manos del Gobierno que salga de las urnas del 23 de julio.
La tramitación del borrador de real decreto se concluirá con su envío al Consejo de Estado, pero no se enviará al Consejo de Ministros, previsto en junio para que el profesorado y el alumnado supieran con la suficiente antelación el nuevo modelo del año siguiente.
¿Cómo será la prueba en 2023?
Las materias de evaluación versarán sobre las materias generales del bloque de asignaturas troncales de 2º de Bachillerato de la modalidad elegida para la prueba y, en su caso, de la materia Lengua Cooficial y Literatura.
El alumnado que quiera mejorar su nota podrá examinarse de, al menos, dos materias de opción del bloque de asignaturas troncales.
Se realizará una prueba por cada materia y habrá una única propuesta de examen con varias preguntas. Cada examen durará 90 minutos y habrá un descanso entre pruebas consecutivas de, al menos, 30 minutos.
Las pruebas se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado: Situaciones personales, familiares, escolares y sociales. Habrá preguntas abiertas y semiabiertas que requerirán de pensamiento crítico, reflexión y madurez. También se podrán plantear preguntas de opción múltiple.