Para dar credibilidad a su apuesta por ensanchar el consenso aunque tenga mayoría absoluta, el Gobierno vasco presentará este miércoles a la oposición una contraoferta presupuestaria que recoge “diversas peticiones de los grupos”, según ha avanzado la portavoz Maria Ubarretxena. El consejero de Hacienda, Noël d’Anjou, se reunirá este miércoles por segunda vez con los grupos (Vox no está incluido en la negociación), y lo hará haciendo un esfuerzo “honesto”, pero pidiendo al resto que responda con reciprocidad y muestre la misma “voluntad política” para acordar. La ronda comenzará a las 9.00 en la sede del Gobierno vasco en Lakua con Sumar, a las 10.00 le tocará el turno al PP, y a las 11.30 entrará EH Bildu.
Sumar ha hecho pública este martes su propuesta, que multiplica sus exigencias hasta los 760,5 millones, aunque en la nota enviada a la prensa habla de 755,5. Incluye 85 millones para educación, pero la suma total de conceptos de ese apartado ascendería en realidad a 90. La propuesta, además, es la más elevada de toda la oposición aunque este grupo es el más pequeño junto a Vox, con un solo escaño que además tampoco es imprescindible para PNV y PSE. Aunque su oferta puede servir como un abanico de posibilidades a la espera de que alguna pudiera fructificar, Sumar ha admitido que hay pocas opciones de acuerdo, y su propuesta la plantea no como un intento de mover partidas, sino de provocar un cambio de “paradigma” y de prioridades. Se incluyen propuestas donde ya se conoce el criterio negativo del Gobierno vasco, como un plan piloto de Renta Básica Universal, dotado con 80 millones de euros. Se propone también activar 107,5 millones de euros para ampliar el parque público de alquiler, o crear 2.000 nuevas viviendas sociales, además de habilitar una partida de 250 millones para “rescatar” Osakidetza.
EH Bildu había entregado ya una propuesta donde destacan las medidas enfocadas al acceso a la vivienda y la reforma fiscal, sobre todo, la compra de todas las VPO que se conviertan en libres en 2025. Nerea Kortajarena ha evitado este martes hablar de líneas rojas en RNE, aunque con este grupo se ha abierto otro frente en otro ámbito, esta vez por el flanco de la RGI y del vicelehendakari socialista Mikel Torres, a cuenta del buzón de denuncias anónimas que EH Bildu le pide que rectifique.