Danel Elezkano y Xabier Tolosa suman su primer punto del Parejas

Danel Elezkano y Xabier Tolosa se funden en un abrazo a la altura del cuadro cinco y medio en el frontón Beotibar de Tolosa. Desde la grada, Jokin Altuna sonríe de satisfacción y lanza un cariñoso aplauso como homenaje a los vencedores del estelar del Campeonato de Parejas. El de Amezketa contempla el lugar donde debería estar. Todavía no puede vestirse de blanco. La mano derecha, en la prueba realizada el pasado fin de semana, no estaba en condiciones. Le sustituye Elezkano II, que en la primera jornada no tuvo demasiadas oportunidades. En Tolosa dice sí. Todo o nada. Mandíbula de hierro. Funambulismo en la cama del faquir.

Pese a la distancia, Altuna III está en cuerpo y alma junto a su compañero Tolosa. De hecho, durante un lance del encuentro, con dudas a la hora de seleccionar pelotas, los manistas lanzan la mirada a su localidad para consultar qué pelota les viene mejor. Dos pelotaris de blanco. Una pareja de tres.

42 pelotazos antes del abrazo entre Elezkano II y Tolosa, el anoetarra acababa de tirar al colchón un derechazo. 21-21. Y llega la angustia de un epílogo a contrapelo. Peio Etxeberria, el más activo, aunque con la pólvora mojada hasta el 19-16, busca a Tolosa, visiblemente tocado en el apartado físico, y con razón. Beñat Rezusta se une al derribo. Danel asume la idea de descongestionar. Tolosa llega a responder, forzado, desde el cuadro diez. Al final, con los azules mandando en el peloteo, el zaratamoztarra se saca de la chistera un sotamano al txoko que deja clavados a sus rivales. Victoria. Primer punto. Misión cumplida.

Y el abrazo. Y la sonrisa. Y la desazón en Peio y Beñat, que en dos partidos suman dos derrotas ínfimas: 22-20 contra Ezkurdia-Martija y la de este martes por 22-21.

La ambición de Elezkano II

Elezkano II fue el mejor del cuarteto este martes en un partido agónico y lleno de errores. No fue brillante. Hubo más emoción que esplendor. Más invierno que verano. El Parejas es así, un maratón tan largo que la llama vibra según el clima. Días y días. En total: 19 de los 43 tantos disputados fueron yerros claros. Un encuentro áspero y duro, eso sí, en el que salió a relucir el carácter corajudo de un Tolosa a punto de reventar, soplando como la válvula de una olla a presión. El anoetarra tiene oficio de partisano. Más aún contra un guardaespaldas como Rezusta, que pegó, se movió bien y apenas perdió pelota.

El pelotari de Zaratamo, suplente del as amezketarra, estuvo activo y fue regular en su despliegue. Es cierto que coleccionó muchas cruces, pero acabó siendo determinante. Los colorados levantaron un 1-7 en el que Peio, inmerso en una crisis carnívora, apenas propuso. Aprovecharon los errores en ataque del vizcaino, agresivo y con las ideas claras. A raíz del 8 iguales, Danel y Xabier, destacable su sacrificio, saltaron la banca y dominaron el luminoso hasta el 19-16. Tres ganchos de Peio que maquillaron su hoja de servicios, igualaron. Hubo pimienta: 20-20 y 21-21. Resolvió Elezkano.