El príncipe Carlos y su esposa, Camila, y los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, asistieron este martes al glamuroso estreno en Londres de "No Time to Die" ("Sin tiempo para morir"), la última y esperada película de James Bond, en la que el actor británico Daniel Craig se despide como el agente 007.
Precisamente Craig, de 53 años, acaparó la atención en la alfombra roja de entrada al teatro Royal Albert Hall con un traje compuesto de americana de terciopelo rosado y pajarita al más puro estilo de la versión moderna del seductor espía, que en esta 25 entrega de la franquicia se ve impelido a abandonar su plácido retiro en Jamaica para ayudar a un antiguo colega.
También deslumbró ante las cámaras Catalina, con un espectacular vestido dorado largo y cabello recogido, que se complementaba con el modelo plateado de Camila al tiempo que contrastaba con la elegante sobriedad de Guillermo y Carlos.
Asistieron asimismo al estreno, previo a que la película llegue a los cines británicos este jueves, el director, Cary Joji Fukunaga; la coprotagonista Lashana Lynch; Rami Malek, el antagonista; y Finneas O'Connell y su hermana Billie Eilish, intérprete de la canción principal.
En un derroche de suntuosidad pospandemia, muchos de los invitados lucieron vistosos conjuntos, entre ellos Ana de Armas, Naomie Harris, Léa Seydoux y la propia Lynch, con un original modelo amarillo, mientras que los hombres optaban por el esmóquin.
Tras quince años como el espía "al servicio de su Majestad", Craig se despide ahora de su papel, aunque reconoce que "nunca podrá dejar de pensar" en esta época como 007, pues ha sido "una parte muy grande de su vida".
Craig, que debutó en 2006 con "Casino Royale" y ha encarnado al agente cinco veces, dijo a la agencia británica PA que estaba muy "agradecido" de haber podido interpretarlo una última vez para "acabar de contar la historia".
Además de las estrellas, productores como Michael G. Wilson y Barbara Broccoli y guionistas de la película, entre ellos Phoebe Waller-Bridge y Neal Purvis, asistieron al estreno, pospuesto varias veces por la pandemia, trabajadores sanitarios y miembros de las Fuerzas Armadas del Reino Unido.