D’Anjou espera conseguir en abril que las haciendas forales sean visibles en Europa

Lo que no se nombra, no existe. Y eso es precisamente lo que el Gobierno vasco quiere evitar que les ocurra a las haciendas forales en el intercambio de datos fiscales a nivel europeo. Hay que tener en cuenta que esa relación se produce entre estados: por un lado, se produce un intercambio automático de datos entre los distintos estados sin necesidad de solicitarlos de manera activa y, por otro lado, cuando se necesita un dato más específico sobre los impuestos, como suele ocurrir a menudo en el caso de las empresas multinacionales que cotizan en varios territorios, el cruce se produce también entre estados, del Estado español a Alemania, a Italia... o viceversa. La información se la cruzan entre los estados, aunque en este caso existan cuatro haciendas forales propias y con autonomía fiscal. La Agencia Tributaria española suele disponer de la información vasca por el flujo automático, o bien se la pide a las haciendas de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba (o Nafarroa, si el caso afecta a la comunidad foral). Pero el problema radica en cómo se le presenta esa información a Alemania o al estado que la haya pedido. Le llega como si procediera de España, es decir, a sus ojos, las haciendas forales serían unas desconocidas sin arte ni parte. Y eso es lo que se propone cambiar el Gobierno vasco en su negociación con el Ejecutivo español.

Según fuentes del departamento de Noël d’Anjou consultadas por Grupo Noticias, se están buscando fórmulas para ampliar la visibilidad internacional de las haciendas forales. Este asunto se negocia desde el año pasado, en diciembre se informó de que la Comisión Mixta del Concierto lo retomaría en dos meses y, aunque no se cerró en la última reunión de febrero, el Gobierno vasco confía en conseguirlo en este primer cuatrimestre, es decir, en torno al mes de abril. La Comisión Europea tiene establecidos sus protocolos y, por razones de simplificación, la información fluye y va a seguir fluyendo entre los estados, sin eliminarlos como intermediarios. Pero la clave ahora es que los distintos estados de Europa sepan que las haciendas forales existen, tienen autonomía, y recaudan y regulan sus propios impuestos; y que no caigan en el error de pensar que la información procede del Estado español, o que hay una sola hacienda. Se trataría de que los estados europeos conozcan que hay cinco haciendas diferentes en el Estado español: la española, las tres de la CAV y la de Nafarroa. El acuerdo tendría sobre todo un valor político, desde el punto de vista del simbolismo. 

De lo que se trata ahora es de desarrollar una fórmula y alcanzar un acuerdo sobre cómo se quiere dar esa visibilidad a las haciendas forales para que los otros estados no piensen que su relación es solo con la hacienda española. Se está trabajando para ampliar la visibilidad en procedimientos de suministro de información, cuando se piden datos desde otras administraciones tributarias de otros estados o hacia otras administraciones, y en temas relativos a valoración de operaciones vinculadas o procedimientos amistosos que afectan a la tributación en dos estados de las empresas vascas, o a su tributación en sus operaciones relacionadas con otros países. “Las haciendas forales son las grandes desconocidas, y se trata de que estén en el escaparate. Los datos de las haciendas forales, a ojos de la Unión Europea, proceden del Estado español”, ponen en evidencia desde el departamento de D’Anjou.

Transparencia

En el seno de la Unión Europea se produce un flujo de datos sobre los impuestos que tiene como finalidad que haya transparencia sobre la tributación en los distintos estados, y que no haya zonas oscuras donde no se paguen esos impuestos. Este intercambio va a cobrar si cabe mayor vigencia con el nuevo impuesto mínimo global del 15% para las empresas multinacionales. Y este paso que quiere dar el Gobierno de Pradales se produce en un momento en que el lehendakari se ha fijado como reto jugar la partida en Europa y dar un salto en la presencia internacional de la comunidad autónoma vasca. 

El Gobierno se marca objetivos más ambiciosos como su presencia directa en todos los órganos europeos donde se tomen decisiones que afecten a las competencias autonómicas. De ahí que también haya acordado extender su participación en el Ecofin, el Consejo que reúne a los ministros de Finanzas europeos. Hasta la fecha, las diputaciones solo participaban en los grupos de trabajo previo que redactan los informes que después se debaten en el plenario de los ministros.

El martes, en el Parlamento Vasco

El consejero D’Anjou va a comparecer a petición propia en la Comisión de Hacienda del Parlamento Vasco el martes de la semana que viene a partir de las 13.30 horas, precisamente para informar sobre los acuerdos que ha alcanzado la Comisión Mixta del Concierto Económico en las reuniones que ha mantenido. El consejero sacará brillo a los compromisos alcanzados, mientras mantiene en cartera la expectativa de ampliar la visibilidad de las haciendas forales a nivel internacional.

En ocho meses de legislatura, el departamento de Hacienda ha cerrado tres paquetes de acuerdos en otras tantas convocatorias de esta comisión bilateral: la senda de estabilidad presupuestaria hasta 2027 con un 0,3% de déficit para el Gobierno vasco; la concertación de los impuestos estatales a la banca, las multinacionales y el vapeo para que las haciendas forales puedan recaudarlos y regular su alcance; que los contribuyentes vascos que importan productos no tengan que pagar el IVA en la mismísima aduana; la ampliación de la presencia de Euskadi en el Ecofin, el cálculo del Cupo de los últimos años, la participación vasca del 6,24% en las dotaciones extraordinarias en materia de salud y delitos sexuales... Con estos acuerdos, salta a la vista que el Gobierno vasco y el Ejecutivo de Pedro Sánchez están engrasando con especial empeño la relación bilateral que caracteriza al Concierto Económico y a los flujos financieros entre ambas partes.